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ARTÍCULO TÉCNICO
CONSULTORIA Y
Gestión FM
E
l Facility Manager se define
como aquel profesional que
gestiona inmuebles y sus ser-
vicios de soporte, para que en el edi-
ficio en el que presta sus servicios se
pueda desarrollar, sin ningún tipo de
incidencia, la labor que en él se ten-
ga prevista.
En la actualidad, principalmente,
se pueden diferenciar dos tipos de
clientes para un Facility Manager: las
corporaciones y los patrimonialistas,
sean grandes o pequeños.
Como corporación entendemos
aquella cuyo fin social consiste en
la elaboración de un producto o la
prestación de un servicio en un bien
inmueble, dentro del cual existen ins-
talaciones esenciales para su correcto
desarrollo y que precisan de una ges-
tión y mantenimiento vital para ese
producto final.
Por otro lado, tenemos los patri-
monialistas inmobiliarios, a los que
podemos considerar y definir como
aquellas organizaciones que disponen
de una superficie en capital inmobi-
liario significativo y cuyo
core business
es, en esencia, el alquiler de esos me-
tros cuadrados; y por lo tanto, las ins-
talaciones del propio edificio no se
convierten en elementos clave para
un fin productivo.
Ya se ha comentado en múltiples
ocasiones que la gestión realizada por
un Facility Manager ha de revertir en
el cliente en beneficios claros, como
puede ser el uso más eficiente de los
distintos servicios de soporte del edi-
ficio, la comunicación clara y transpa-
rente de sus necesidades y la posibi-
lidad de disponer de un único inter-
locutor (FM), que haga las gestiones
que se requieran para satisfacer di-
chas necesidades.
Cuando nos referimos a la gestión
técnica de un edificio, no sólo es en
referencia al correcto mantenimiento
del mismo, sino que debemos incluir
dentro de las atribuciones del Facili-
ty Manager la de tener al día su do-
cumentación y el cumplimiento de las
normativas que regulan sus instalacio-
nes. También es su responsabilidad
velar por la seguridad y el bienestar
de quienes desarrollen alguna activi-
dad en el inmueble, ya que mediante
la coordinación de las diferentes ac-
tividades empresariales que en él se
realizan y su correcta gestión, se pue-
den evitar importantes daños a ter-
ceros.
El análisis, tanto del uso que se hace
de los espacios, como de los elemen-
tos que los componen, también es
muy importante. Cada día es más fre-
cuente que nos encontremos con in-
muebles con el ‘síndrome del edificio
enfermo’, en los que los usuarios su-
fren diferentes dolencias como hiper-
sensibilidad o lipoatrofia semicircular.
Estas, entre otras dolencias, se pue-
den solucionar si se estudian los ma-
teriales utilizados en la construcción o
remodelación de los espacios y la co-
rrecta ventilación del edificio.
Dificultades para acceder al
cliente
Por lo tanto, si las ventajas que pro-
porciona un FM son tan evidentes; se
plantea la pregunta de ¿por qué es tan
difícil que el pequeño patrimonialista
identifique esta necesidad y contrate
nuestros servicios? Una posible res-
puesta radica en poder resolver las
expectativas reales de este cliente.
Evidentemente, sus necesidades se
corresponden con las de un gran pa-
trimonialista o corporación, dado que
lo que se pretende en esencia es alar-
gar la vida útil del edificio, reducir los
costes asociados a éste y garantizar
la seguridad y confort de los usuarios
del mismo. Sin embargo, las posibili-
dades de ambos clientes pueden di-
ferir mucho, en tanto que el gran pa-
trimonialista o la corporación, gracias
a los recursos de que dispone, pue-
de marcarse objetivos de inversión y
servicios que ofrecer en el edificio, en
el caso del pequeño patrimonialista
difícilmente podrá asumir estos nive-
les de inversión.
Reflexiones en relación al Facility Manager
y los pequeños patrimonialistas
Jordi Corominas Navarro
Facility Manager de TBA Facilities
Si las ventajas que proporciona un FM son
evidentes, ¿ por qué es tan difícil que el pequeño
patrimonialista identifique esta necesidad y
contrate nuestros servicios?