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ARTÍCULO TÉCNICO
TIC EN
Facility Management
cánicas como la acotación de planos
o la medición detallada. Por tanto,
a igualdad de plazo de redacción, el
proyecto BIM se genera como con-
secuencia de un análisis de alternati-
vas previo y con una maduración de
la solución finalmente escogida supe-
rior al que se pueda adquirir con un
enfoque de producción al uso.
Particularidades del BIM
La aplicación de la metodología BIM
en el contexto de la obra civil re-
quiere resolver con éxito algunos as-
pectos específicos que pueden no
darse en otros ámbitos, como en el
de la edificación:
▪
Integración del macro y el micro:
las escalas de trabajo de la obra ci-
vil implican compatibilizar la gran
magnitud geográfica con el extre-
mo detalle que permite la modeli-
zación tridimensional paramétrica.
▪
Elección del nivel de desarrollo
(LOD) adaptado a cada problemá-
tica (análisis de viabilidad, estudios
El potencial de BIM alcanza su
máxima expresión en proyectos en
los que existan interacciones críti-
cas entre infraestructuras existen-
tes e infraestructuras futuras, en
conjunción con otro tipo de técni-
cas de vanguardia como son las res-
tituciones de nubes de puntos o el
geo-radar; o en aquellas actuacio-
nes en las que se entrelacen, en es-
pacios reducidos y con restriccio-
nes reglamentarias, elementos de
cimentación, redes de servicios,
estructuras, sistemas de
handling
,
racks
de tubos, estratos geológicos
diversos…
Desde la perspectiva producti-
va, este nuevo paradigma de pro-
yectar, que automatiza sin esfuerzo
y con total coherencia la generación
de planos, mediciones y especifica-
ciones una vez que el modelo tridi-
mensional paramétrico está cons-
tituido, permite dedicar a los equi-
pos técnicos a tareas de alto valor
añadido técnico y no a acciones me-
mentos de montaje (cimbras, anda-
mios, apeos, maquinaria…) o provi-
sionales (señalización y elementos de
protección de obras, desvíos, aco-
pios…), de modo a disponer de una
visión fiel de la obra en cualquier ins-
tante de la misma.
Del mismo modo, la vinculación al
modelo BIM de la dimensión coste
posibilita, a su vez, disponer del con-
trol presupuestario de lo proyecta-
do a tiempo real, y no como con-
secuencia de una tardía y laboriosa
tarea de ‘presupuestar’. Así, el pro-
yecto puede adaptarse a un presu-
puesto objetivo, ‘industrializarse’ o
encajarse a una estrategia preesta-
blecida de gestión de
cash-flow
.
Por otra parte, la redacción de
proyectos por el método tradicional
rara vez se focaliza en la funcionali-
dad y mantenimiento óptimo de la
infraestructura de la que son obje-
to, centrándose, casi en exclusiva, en
resolver los parámetros asociados a
un estricto dimensionamiento y cál-
culo especialista. Una de las ventajas
asociadas a la metodología BIM es la
integración, ya en la fase inicial de un
proyecto, de elementos de O&M en
el modelo, que permitirán optimizar
en origen las soluciones proyectadas
desde esta perspectiva y racionali-
zar su posterior explotación y man-
tenimiento como soporte del Facility
Management.
Del mismo modo, la visualiza-
ción de una ‘maqueta virtual’ per-
mite integrar, ya en fase de concep-
ción, a diferentes actores que, pese
a su condición de
stakeholders
(in-
versores, explotadores, mantenedo-
res, asociaciones…), no suelen opi-
nar sobre las soluciones planteadas
en fase proyectual ante su incapaci-
tación de interpretar planos o docu-
mentos de marcado carácter técni-
co. Se garantizan, así, soluciones de
consenso que evitan confusiones y
malentendidos de difícil solución en
fase ejecutiva.
El potencial de BIM alcanza su máxima expresión
en proyectos en los que existan interacciones
críticas entre infraestructuras existentes e
infraestructuras futuras