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ARTÍCULO TÉCNICO
Workplace
bos conceptos es principalmente en
épocas de cambios mutativos don-
de esta relación es más estructu-
rada. Hasta qué punto la impren-
ta configura el desarrollo del Rena-
cimiento superando los incunables
monacales. La irrupción de la tec-
nología basada en
San Google
ha de-
sarrollado la economía colaborati-
va que está cambiando los cimien-
tos de multitud de negocios. La tec-
nología potencia la dimensión social
de las empresas y el bucle creativo,
esta nueva visión social transforma
la forma de hacer negocio. Si la tec-
nología configura el talento lo po-
demos comprobar con la muerte
de los despachos (sitios de estatus),
con la sacralización del compromi-
so y con la banalización de los ho-
rarios. La tecnología está cambian-
do a pasos agigantados el concep-
to de trabajo, ofreciendo mayores
posibilidades de eficacia personal
y un mayor nivel para compartir y
enriquecer grupalmente nuestras
propias ideas. ‘T2’ es el concepto
que también empezamos utilizando
en el 2011 para expresar esta re-
lación dual de talento y tecnología
que más que sumar, e incluso multi-
plicar, supone una potenciación que
cambia la forma de comprender el
trabajo. ‘T2’ supone una nueva for-
ma de entender a la organización, al
equipo, al contexto y al empleado,
como explica el gráfico 1.
El segundo eje de reflexión se re-
fiere a cómo podemos gestionar al
empleado en un modelo en el que
la tecnología y el talento están cam-
biando. Aquí es donde surge en su
esplendor el concepto de ‘Emplea-
do 3.0’ y sus cuatro áreas de ges-
tión. Hasta hace poco la visión de
los recursos humanos nos lleva-
ba a los campos trillados de las re-
laciones laborales, la gestión admi-
nistrativa de los recursos humanos
e incluso a la gestión de la selec-
ción, el rendimiento y la formación
de los empleados. Pero este con-
cepto ha cambiado, la nueva ges-
tión de personas supone derribar el
concepto de recursos (sea humano
o no) y centrarse más en las per-
sonas. Más que regularizar los con-
tratos (en base a tiempo de traba-
jo), el control de presencia y los ho-
rarios y la gestión de las personas,
como un recurso que hay que ali-
mentar para verle crecer, tenemos
que cambiar a una visión más esen-
cial de las personas. Los empleados
tienen que querer trabajar, compro-
meterse, tener confianza en su tra-
bajo y atender a su nivel de diversi-
dad y conciliación. El empleado 3.0
supone una visión más centrada en
las personas gracias a la tecnología.
Lo importante es cómo gestiona-
mos su confianza para tener un ma-
yor nivel de compromiso, cómo ar-
mamos su conciliación para generar
una mayor individualización respe-
tando su diversidad. Como vemos
en el siguiente esquema (gráfico 2)
de 2013, el empleado 3.0 tiene que
pensarse en 4 ejes:
*
La gestión de la confianza. Cree-
mos en una estrategia y tenemos
orgullo de una cultura.
*
La gestión del compromiso. Ha-
cer por conseguir unos objetivos.
*
La gestión de la conciliación. Tra-
bajar para ser persona.
*
La gestión de la diversidad. Cada
uno tiene una forma diferente de
trabajar.
Y por último, en el tercer eje de
reflexión, tras constatar la íntima
realidad que supone el talento y la
tecnología en este nuevo ‘Renaci-
miento’ y la nueva psicología del
trabajo que supone el empleado
3.0, nos debemos hacer una pre-
gunta pragmática: ¿Cómo pode-
mos cambiar? Durante 2013 y 2014
Lo importante es cómo gestionamos su confianza
para tener un mayor nivel de compromiso, cómo
armamos su conciliación para generar una mayor
individualización respetando su diversidad
Gráfico 2.