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ARTÍCULO TÉCNICO
EFICIENCIA Y
Sostenibilidad
congestión urbana, la minimización
del consumo de recursos hídricos, la
mejora del mantenimiento de las in-
fraestructuras, el aumento de segu-
ridad ciudadana, entre otras. Gene-
rar una visión integrada de la ciudad
a través de las informaciones disponi-
bles permite orientar la oferta a la de-
manda y gestionar de forma cada vez
más eficiente.
Capitalizar la información urbana
será la forma más efectiva de poder
evaluar la gestión que se realiza, de
conocer el impacto real de las iniciati-
vas emprendidas y de planificar nue-
vas actuaciones de mejora de la ciu-
dad. Los gestores locales podrán eva-
luar el valor de sus servicios públicos
y reajustar sus presupuestos para la
consecución de los objetivos estable-
cidos en sus planes de gobierno.
Sin duda, estamos ante el reto más
importante de las ciudades en esta
era digital. En los próximos años, las
ciudades más pioneras invertirán sus
esfuerzos en ordenar el caos de in-
formación urbana existente, y sus al-
caldes deberán apostar por poner en
valor la información de su territorio
en pro de una gestión más inteligen-
te, sostenible y transparente.
Los líderes urbanos son conscientes
de la importancia del legado que de-
jan a su paso como gestores. Legado
en muchas ocasiones de gran valor,
con resultados positivos en el posicio-
namiento de la ciudad, en una mayor
calidad de vida de sus ciudadanos e
incluso en la simplificación de los trá-
mites administrativos; y, en otras oca-
siones menos afortunado, protagoni-
zado por sus errores arquitectónicos,
unas infraestructuras imposibles de
mantener, el derroche energético o
la creación de barrios marginales. En
el contexto actual, no cabe duda de
que el mayor legado por el que los
alcaldes deben apostar hoy es aquel
que siente las bases de un modelo de
inteligencia urbana aplicada sobre el
que hacer ciudad.
que reciben a través de sus servicios
de atención al ciudadano (010, ofici-
nas de atención, web, encuestas, re-
des sociales…), a través de sus cuer-
pos municipales (policía, inspección,
etc.), sus sistemas corporativos (ges-
tión de tributos, de recursos huma-
nos, de contratos públicos…), los dis-
tintos dispositivos instalados (medi-
dores de calidad del aire, acústicos,
cámaras de tráfico…) y otras infor-
maciones externas. Si algo abunda
hoy en las ciudades es información.
En este sentido, los nuevos mode-
los analíticos de inteligencia pueden
jugar un papel clave en el ámbito ur-
bano, contribuyendo a poner en va-
lor dichas informaciones para la toma
de decisiones de carácter estratégi-
co y operativo, lo que se traduciría
en una mayor eficiencia operativa y
una mayor reducción de costes. Da-
tos de distintos ámbitos que, analiza-
dos de forma conjunta, contribuyan a
la toma de decisiones con un impacto
en la reducción del consumo energé-
tico, la optimización de rutas, la des-
como nacional han identificado este
nuevo modelo de ciudad como un
objetivo a perseguir. Iniciativas como
la Red Española de Ciudades Inteli-
gentes (RECI) son una buena prue-
ba de ello. Otros casos de éxito, tan-
to españoles como extranjeros, dan
buena cuenta del interés que el con-
cepto de
Smart City
está despertan-
do entre las autoridades municipales
y estatales de todo el mundo.
La financiación de la evolución a la
Smart City
es un aspecto esencial de
cualquier proyecto de modernización
urbana. La magnitud de las inversio-
nes necesarias, así como la necesidad
de mantenerlas de forma sostenida
en el tiempo, invitan a aplicar mode-
los de financiación basados en la cola-
boración público-privada.
Hoy es posible tener una visión de
la ciudad clara y ajustada a la realidad
a través del flujo permanente de in-
formación que se da. Los municipios
son grandes centros receptores de
datos de todo tipo (estratégicos, ope-
rativos, de servicios, de calidad, etc.)
El mayor legado por el que los alcaldes deben
apostar hoy es aquel que siente las bases de un
modelo de inteligencia urbana aplicada sobre el
que hacer ciudad