A lo largo de la historia de la humanidad han acontecido distintas situaciones sanitarias que han obligado a las sociedades a adoptar nuevas formas de relacionarse y de organizarse. Esto ha ocurrido también con la COVID-19, instaurando nuevos hábitos de higiene, como el lavado frecuente de manos o el incremento de los procesos de desinfección.
La pandemia nos obligó a adecuar los procesos de limpieza y desinfección para asegurar los espacios, antes solo instaurados en sectores más específicos como el sanitario o el alimentario. Esto también nos afectó desde un punto de vista interno, produciendo un cambio en la gestión documental para posibilitar la implantación de los servicios.
Desde el Departamento de Sistemas centramos nuestros esfuerzos en el intercambio electrónico de datos que nos permite la transferencia de documentos por medios electrónicos con clientes y proveedores, agilizando las tareas administrativas, facilitando el seguimiento y mejorando la comunicación de la empresa. En este último año también hemos trabajado en la instauración de nuevas herramientas de seguridad para el teletrabajo, unidas a otras ya implantadas para asegurar la protección de la información.
La transformación digital en el Facility Management
En una actividad en la que la innovación tecnológica se relaciona principalmente con las mejoras en los procesos de trabajo, el desarrollo de nuevos productos y materiales y la mecanización de las actividades, la digitalización también se ha hecho presente. En las últimas décadas los modelos empresariales de Facility Management han realizado una transformación digital que les ha proporcionado una mejora de la rentabilidad de los servicios, la valoración del sector y la experiencia del cliente.
En los últimos años, la adaptación digital se ha centrado en mejorar la experiencia del cliente. En Limcamar llevamos años trasladando estos principios a nuestra actividad. Por un lado, la digitalización de la gestión por parte de las personas responsables de los Departamentos de Servicios Generales y Compras y de los centros, así como en los procesos llevados a cabo por la plantilla. Y, por otro lado, la digitalización de la documentación en aras de mejorar la agilidad, el control de la información y la “reducción de papel”, enmarcado dentro de la política medioambiental de la empresa.
Otro de los ámbitos en los que la digitalización está plenamente instaurada dentro de nuestra compañía es el área de la Prevención de Riesgos Laborales, para facilitar la coordinación de actividades empresariales en las dependencias de nuestros clientes.
La dirección de Limcamar trazó hace algunos años una línea de trabajo transversal en la que estaba implicada toda la organización, con el objetivo de alcanzar la transformación digital como un elemento primordial para mantener la excelencia y la calidad de los servicios ofrecidos.
Recientemente hemos actualizado nuestra Plataforma de Gestión del Servicio de Limpieza de la empresa, implantada hace más de diez años con la finalidad de ofrecer a nuestros clientes el control, la gestión y la supervisión global del servicio en una herramienta informatizada desde la que gestionar incidencias o realizar controles de calidad entre otras aplicaciones. Esta última actualización incluye mejoras que permiten ofrecer información en tiempo real, eliminar el papel e introducir la tecnología QR y NFC para agilizar la interacción de la plantilla durante el desempeño de sus tareas.
La implementación del IoT en el sector de la limpieza, con la incorporación del control de aforo de estancias y la posibilidad de medir la cantidad de producto en los dispensadores, nos permite realizar un servicio “proactivo”. Y no debemos olvidar la importancia de la formación en el uso de estas tecnologías para alcanzar la eficiencia de estas herramientas.
Tras la COVID, una necesidad
Antes de la pandemia la digitalización actuaba como un elemento diferenciador en el sector. Hoy, es una necesidad que cualquier empresa debe tener implantada.
Del mismo modo que se han desarrollado innovadores modelos de trabajo y nuevas normas en el uso de los espacios, también la gestión integral de los servicios y la automatización de los procesos debe desarrollarse para mejorar la calidad, la eficiencia y la precisión de los servicios.
La automatización global del servicio permite conocer en tiempo real su situación, y toda esta información a disposición del cliente es garantía de su desempeño. Entre las medidas que han llegado para quedarse destacamos el uso de sensores en todo tipo de dispositivos y la adaptación de la trazabilidad al control de estancias. Con ellas podemos saber cuándo es necesario realizar el servicio de desinfección en función del uso del espacio, de su afluencia o de los aforos de los edificios. Otras herramientas digitales son las aplicaciones para medir la calidad del aire o la temperatura de las personas.
La innovación y la mejora continua, en todos los eslabones de la empresa, nos permite desarrollar la excelencia y asegurar la satisfacción del cliente; valores de Limcamar que muestran nuestro compromiso con el cliente y con el trabajo bien hecho.