La tecnología avanza con la historia. Los inventos tecnológicos modifican la manera de comunicarnos, socializarnos, relacionarnos y, por supuesto, cambian la manera de trabajar y el Facility Management. Simplemente con el ejemplo de una herramienta como el móvil, transformado en los últimos años como smartphone, ha provocado que veamos el mundo de manera diferente. Nos ha dado una velocidad de comunicación extremadamente diferente a lo que podíamos realizar años atrás, y con un grado de información y calidad muy superiores a lo acostumbrado. Ahora podemos ver el mundo “online”; y, por lo tanto, actuar y decidir de manera diferente a lo que se hacía anteriormente.
Otros avances de la tecnología, como IoT, BIM, NFC, drones, realidad virtual o realidad aumentada, han derivado en la modificación de la gestión del Facility Management. Se han dado cambios en los procedimientos, cambios de análisis, cambios en la manera de realizar el mantenimiento.
Podemos diferenciar la tecnología según donde cumple sus funciones más significativas, y por ello encontraremos aspectos que mejoran distintos ámbitos. Por ejemplo, en la captura de información, en la realización de actividades, en la gestión y, por supuesto, en la presentación y el análisis de los resultados obtenidos.
Tecnología BIM en el Facility Management
La tecnología BIM de un edificio nuevo implica una metodología de construcción diferente a la actual y aporta más información y de mayor fidelidad para el Facility Management.
Anteriormente obtener la información de un edificio era un trabajo de compilación de planos de proyecto con la actualización de planos as built. Esto requería de un inventario de elementos, listas de características de activos y elementos estructurales, etc. Era un trabajo exhaustivo de recopilación de información.
Ahora, con un modelo BIM bien hecho y con un visualizador al respecto, podemos movernos digitalmente por el edificio y crear un digital twin con el que simular procesos y comportamientos y hacer rediseños para encontrar el resultado deseado antes de ponerlo en práctica.
Con IoT y consignas de conducción se modifica la manera de entender el mantenimiento preventivo. ¿Por qué basarnos en una frecuencia de actuación definida con el tiempo cuando podemos saber con parámetros reales la situación actual de la instalación y, por ende, actuar si es necesario? Esta metodología puede conllevar ahorro económico y, por supuesto, mejora de confort en la instalación. El mantenimiento preventivo evoluciona hacia el mantenimiento predictivo.
El poder del móvil
El smartphone ha provocado un cambio importante en la gestión del FM. Poder tener toda la información relacionada con el proyecto de mantenimiento, características, hasta vídeos explicativos de cómo realizar operaciones en un solo dispositivo, equivale a tener una mochila de información en la palma de la mano. Relegamos bibliotecas de archivadores con información, montañas de órdenes en papel y planos no actualizados al pasado para obtener con un clic la información actualizada.
Los modelos smart permiten automatizar procedimientos e introducir a los usuarios de los centros en la gestión, haciéndoles interactuar de manera directa o indirecta. También mantiene y mejora un ambiente confortable para la actividad, haciendo un uso integrado de las TIC, provocando un aumento de la productividad, eficiencia y reducción de coste general de la gestión del edificio.
La tecnología no está exenta de aspectos de mejora o problemas nuevos que se deben solucionar. Un buen ejemplo es la implementación del sistema VAR en el futbol: ayuda, pero es mejorable, y en algunos casos incomprensible. Podemos encontrar sensores de iluminación a partir de movimiento que provoquen que te quedes a oscuras en el lavabo o implementaciones entre software de gestión que creen más problemas informáticos que ayuda en la gestión. La introducción de nuevas tecnologías implica revisarlas y mejorarlas, conlleva una mejora continua para cumplir el objetivo final. No podemos olvidar que las nuevas tecnologías son herramientas, construyen el itinerario para un objetivo, no son el fin en sí.
El camino de la introducción de nuevas tecnologías y la velocidad que mantiene conlleva un aprendizaje continuo de cambios de procedimientos y una adaptabilidad constante de empresas y usuarios para su utilización. Si las empresas y usuarios no se adaptan a las nuevas tecnologías, quedarán relegados a anécdotas del pasado, a antiguos ejemplos de cómo se realizaba la gestión del mantenimiento tiempo atrás.