Vivimos un momento repleto de oportunidades para la gestión de espacios. Una de las transformaciones más ambiciosas es la puesta en marcha por la Comisión Europea para adaptar los espacios vitales en la que convergen el arte, la creatividad, la cultura, la diversidad, la ciencia y la tecnología: el Nuevo Bauhaus Europeo.
A partir de esta iniciativa, promovida por la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, se persigue potenciar las soluciones sostenibles, reinventar la gestión de espacios para que sean accesibles e inclusivos y, además, planificar las nuevas oportunidades con las que transformar y poder mejorar la vida de las personas.
Elementos fundamentales en la gestión de espacios
Desde esta perspectiva de responsabilidad del entorno sobre el bienestar de las personas, el diseño y la gestión de los espacios debe centrarse en cuatro elementos cruciales:
- Seguridad: En materia de seguridad, las personas esperan salir de la oficina por la tarde igual o más sanas que cuando entraron por la mañana. Por ello, las instalaciones de aire, la iluminación adecuada o la ergonomía de los espacios es fundamental. Pero no solamente es importante la seguridad física, también lo es el bienestar cognitivo y emocional. Para conseguir el bienestar físico, además de disponer de las medidas de higiene y distanciamiento adecuadas para garantizar la salud de los empleados, debemos contar con espacios de trabajo a los que las personas quieran ir. Esto es, contar con un espacio que les inspire, les motive y les ayude a sentirse bien teniendo todo lo que necesitan para ser productivos. Por otra parte, para conseguir el bienestar cognitivo debemos disponer de espacios adecuados a nuestras necesidades, que contribuyan a que nuestro cerebro funcione mejor y, por tanto, podamos aumentar nuestra capacidad creativa. Por último, en cuanto al bienestar emocional, debemos tener en cuenta que el 60% de las jornadas laborales que se pierden cada año pueden atribuirse al estrés.
- Productividad: Esto nos lleva a la segunda clave, la productividad. El trabajador necesita espacios donde sienta que es productivo. No es lo mismo estar haciendo una hoja de cálculos que una reunión creativa. Esto implica que sea necesario contar con un diseño de espacios que tenga opciones para poder realizar cada una de las actividades a lo largo del día.
- Inspiración: El tercer elemento debe ser la inspiración. A nadie le apetece ir a un espacio aburrido, triste o monótono. Antes de la pandemia muchas empresas organizaban su espacio pensando en la capacidad. Los metros cuadrados marcaban la distribución y esto se trasladaba a filas de bench y salas de reuniones que resultan muy poco inspiradores. Aprovechemos la oportunidad que nos brinda la nueva realidad para transformar nuestros espacios de trabajo de manera que las personas vayan porque quieren ir, porque encuentran todo lo que necesitan y se sienten mejor que en su propia casa.
- Flexibilidad: El último punto, la flexibilidad. La construcción de espacios se ha de hacer con elementos versátiles y flexibles que se puedan mover fácilmente y permitan adaptarse a las necesidades de las personas en cada momento.
Nos estamos enfrentando a un nuevo modelo de trabajo que implica un desafío para toda estructura empresarial. Y no podemos equivocarnos, el éxito se producirá cuando consigamos aunar los objetivos de las organizaciones con los de los trabajadores.
El éxito de esta propuesta
La clave del éxito de este nuevo modelo de trabajo, por tanto, está en el aprovechamiento del diseño de las oficinas de manera que fomente la generación de ideas y la interacción espontánea de los trabajadores.
En este sentido, para crear espacios que ayuden a generar creatividad, es importante que los empleados puedan desarrollar sus capacidades y aprovechar todo su potencial a través de un entorno adaptado a las necesidades específicas de cada organización y a sus objetivos de negocio. Sin embargo, la mayoría de los espacios no están diseñados para favorecer la colaboración, sino que están adaptados para dar cabida al número total de empleados presentes en la oficina.
Lo que se plantea con este nuevo espacio europeo es una oportunidad para ser mejores, tanto como personas, como profesionales. No se trata únicamente de construir edificios sostenibles, sino de que todo su diseño responda a las ideas de la economía circular. De esta forma, afrontamos una época apasionante en la que veremos evolucionar en tiempo récord nuestra forma de entender la arquitectura y la organización social.