El Comité Técnico de Normalización CTN 178 “Ciudades inteligentes” de la Asociación Española de Normalización (UNE) ha sido pionero en la elaboración de normas técnicas aplicables a aspectos clave del desarrollo de las ciudades inteligentes, el mundo de los servicios de las ciudades inteligentes y las plataformas que lo soportan, trabajando para lograr su interoperabilidad. Entre ellas, destaca la Norma UNE 178104, Sistemas integrales de gestión de la Ciudad Inteligente. Requisitos de interoperabilidad para una Plataforma de Ciudad Inteligente, que es un referente internacional en la Unión Internacional de Telecomunicaciones (UIT).
El uso del modelo de capas abiertas a terceras partes de la UNE 178104 logra una transferencia de información estructurada (datos) que, combinada con otra información, permitirá ofrecer servicios con más inteligencia.
La promoción de las normas y de la interoperabilidad constituye una prioridad del Plan Nacional de Territorios Inteligentes. En él, se considera la red de objetos internos de ciudad, formada por edificios de viviendas, históricos y de uso público (museos, mercados, estaciones, puertos, aeropuertos…), que proporcionará a la ciudad y a los ciudadanos datos para mejorar la gestión de los servicios y el conocimiento de su entorno. Esta iniciativa abre un nuevo mercado a la industria, que contará con un modelo que define la relación de los objetos con la ciudad, e identifica los datos que deben intercambiarse con los objetos internos para un mejor funcionamiento de la misma.
En la Norma UNE 178108 Ciudades Inteligentes. Requisitos de los edificios inteligentes para su consideración como nodo IoT según la norma UNE 178104, el edificio se puede considerar como una de las células básicas de la ciudad, pudiendo proporcionar información válida y relevante de la misma, considerándose objeto en un ecosistema. Es el principal receptor de los servicios públicos esenciales que aseguran la calidad de vida, y debería ser el generador de información clave y útil para su gestión. Por tanto, interesa la información que genera, y no cómo la genera.
En este sentido, cabe recordar que, desde hace más de treinta años, se trabaja en la normalización de los sistemas de automatización en viviendas y edificios (trabajos liderados por España). Estos desempeñan un papel fundamental como aglutinador de todas las aplicaciones dentro de una vivienda o edificio y su conexión con el exterior para la recepción de servicios, asegurando unos requisitos mínimos de seguridad eléctrica/funcional y compatibilidad electromagnética de la capa física; las capas de información (modelo de datos para el gestor energético, conexión con la SmartGrid) y los protocolos de comunicación. Los responsables de las aplicaciones y servicios del edificio inteligente deben trabajar con los de iluminación inteligente, accesibilidad, energía y ciudad inteligente, comunicaciones, multimedia, etc.
Gracias a la integración de la información del edificio, como nodo IoT (Internet de las Cosas) que aporta datos a la ciudad y que también recibe datos de ella (UNE 178108), no solo se permitirá mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, proporcionándoles servicios como seguridad, alarmas o respuesta temprana ante desastres, sino también optimizar los servicios ofrecidos por la ciudad.
