La limpieza siempre ha sido un elemento esencial para asegurar el desarrollo de las ciudades, así como el bienestar y la salud de las personas. Con el paso del tiempo esta labor quedó relegada a un segundo plano, pasando incluso inadvertida. Sin embargo, mantener la seguridad de las estancias, en términos de higiene, es vital para que se pueda hacer un uso seguro de ellas. La limpieza y la higiene es una prioridad para asegurar el éxito en la actividad de los clientes y para mejorar la estancia de sus usuarios.
Además, los usuarios últimamente prestan mayor atención a las medidas de desinfección llevadas a cabo. Como especialistas en el sector de la limpieza, desde Limcamar siempre hemos transmitido que para que las personas tengan una buena experiencia en cualquier espacio se debe garantizar una óptima higiene. Por este motivo, cada servicio se diseña en función de las necesidades técnicas que demanda cada sector; buscando siempre la máxima eficiencia en cada área y utilizando los procesos, maquinarias y herramientas más adecuadas para cada tipo de instalación.
La dualidad presencial-remoto
Esta dualidad nos obliga a establecer procedimientos preventivos que refuercen las actuaciones correctivas requeridas in-situ por los usuarios. La evolución de los servicios de limpieza se orienta hacia una gestión bajo demanda facilitando un uso más flexible de los espacios. Para realizar esta gestión se introducen los sensores, la conectividad y la monitorización en tiempo real como piezas claves del servicio para ofrecer soluciones que mejoren la experiencia de los usuarios.
Herramientas clave en la nueva gestión de los espacios
Podemos definir la adaptación como un elemento primordial para dar cobertura a estas nuevas demandas. Esta adaptación hace necesaria la utilización de dispositivos tecnológicos e innovaciones en maquinaria y herramientas que doten de inteligencia a los espacios. Ejemplo de ello es nuestra herramienta interna, SQT que permite monitorizar y atender a las solicitudes de cada espacio en tiempo real durante el desarrollo del servicio.
Las personas pieza esencial
Se organizan los servicios poniendo a las personas en el centro, teniendo en cuenta tanto a las plantillas de trabajo como a los usuarios de los servicios, con la finalidad de mejorar la experiencia de todos los que hacen uso de los espacios y a la vez facilitar el trabajo a las plantillas de limpieza. Para llevar a cabo estos cambios es necesario que las plantillas estén formadas y motivadas para poder desarrollar las innovaciones.