En los últimos años, las preferencias de las empresas a la hora de elegir una oficina se han ido estirando hasta convertirse en una maratón de posibilidades y negociaciones. En un mercado cada vez más competitivo, los operadores de espacios flex reconocemos la importancia de destacar mediante la diferenciación y la oferta de soluciones adaptadas a las necesidades individuales de las empresas y sus equipos.
Si bien el concepto de coworking estaba más vinculado en sus inicios al ámbito de startups y profesionales independientes, ya son empresas de todos los tamaños las que apuestan de manera firme por los espacios de trabajo flexible como alternativa al alquiler de oficinas convencional.
Beneficios de los espacios «flex» para clientes corporativos
La capacidad de adaptación y flexibilidad en los periodos de contratación se ha convertido en un factor crítico para cerrar acuerdos en el mundo corporativo. La rigidez y el compromiso a largo plazo, asociados con las oficinas convencionales representan una carga pesada para las empresas. Las corporaciones están optando por espacios flexibles que les permitan ajustar los contratos según las necesidades cambiantes del proyecto, sin frenar su crecimiento. No se trata simplemente de abandonar un espacio de oficina cuando ya no se necesita, sino de garantizar que estas oficinas flexibles corporativas puedan evolucionar con el proyecto, ofreciendo la agilidad necesaria para seguir adelante sin obstáculos.
Además, espacios flexibles como los de Lexington ofrecen la ventaja adicional de la personalización de las oficinas según la identidad corporativa de cada firma. Un servicio que permite adaptar el tamaño, la imagen y la configuración de cada espacio hasta lograr el resultado a medida que busca cada empresa.
Espacios «flex» como palanca del bienestar de los equipos
La conexión entre el bienestar corporativo y la calidad de los espacios de trabajo es innegable. En la actualidad, un número creciente de empresas está adoptando la filosofía del bienestar y comprendiendo la trascendencia que tienen los ambientes laborales en el desempeño de sus equipos. En este sentido, los espacios flex se convierten en la solución ideal para facilitar la implementación de modelos de trabajo híbridos, al mismo tiempo que proporcionan entornos que potencian la productividad.
Al considerar la contratación de oficinas flexibles, muchos clientes valoran especialmente la oferta de áreas comunes que estimulen la colaboración, eventos que promuevan el networking entre empresas, espacios privados como los phone booths, salas de reunión completamente equipadas para recibir proveedores o llevar a cabo reuniones y formaciones, etc. Asimismo, contar con una recepción profesional y un servicio de mensajería eficiente alivia las cargas administrativas de los empleados, permitiéndoles centrarse en sus tareas principales.
No cabe duda de que los espacios flexibles no solo proporcionan lugares físicos para trabajar, sino que también actúan como facilitadores del bienestar emocional y profesional de los equipos. Una cuestión cada vez más determinante en la atracción y retención del talento.
Oficinas flexibles como alidadas del trabajo híbrido
El sentimiento de pertenencia, las relaciones interpersonales entre los trabajadores o la relación entre productividad y concentración en un espacio completamente dedicado a la actividad laboral son motivos suficientes para que las empresas se inclinen por el trabajo presencial. Sin embargo, estos últimos años hemos descubierto las numerosas ventajas que ofrece el teletrabajo, como, por ejemplo, la conciliación con la vida personal, la optimización del tiempo de los equipos y la globalización del talento. Ahora bien, teniendo en cuenta todas las ventajas y las carencias de estas dos modalidades, ¿dónde se encuentra el punto intermedio? No cabe duda que la fórmula de trabajo efectiva para las necesidades empresariales actuales es el modelo híbrido.
Los espacios flexibles ayudan a dar solución a las empresas donde se combina el teletrabajo con la presencialidad, los equipos son rotativos o aún no se ha definido el número de puestos fijos. En estos casos, aunque cueste determinar el espacio inicial necesario, las oficinas flexibles se van adaptando a las necesidades de la plantilla en cada momento, proporcionando el espacio requerido en condiciones completamente flexibles.
Para la gestión de este planteamiento, lo más habitual es disponer de un oficina con una capacidad determinada y con una opción de crecimiento en el momento en que la empresa quiera o necesite aumentar la cantidad de puestos de trabajo disponibles para los empleados. Es común también la solicitud de un número de tarjetas de acceso superior al total de puestos de trabajo, reflejando la necesidad de flexibilidad en estos entornos dinámicos.
El futuro del sector «flex»
El futuro del sector flex seguirá dando respuesta a las necesidades de todo tipo de compañías, incluidas por supuesto las corporativas. Se espera que los espacios de trabajo sean cada vez más dinámicos y más flexibles, capaces de satisfacer una amplia gama de preferencias. Esto implica no solo la disponibilidad de áreas de trabajo más próximas al concepto tradicional (oficinas privadas, cubículos), sino también la incorporación de zonas multifuncionales diseñadas para promover la colaboración, la creatividad y el intercambio de ideas entre los equipos.
La personalización jugará un papel fundamental en el diseño de estos espacios, permitiendo a las empresas adaptarlos a sus requerimientos específicos y reflejar su cultura corporativa. Se espera que los servicios y las comodidades ofrecidas en estos espacios estén orientadas a mejorar la experiencia de trabajo de los empleados y empleadas: desde zonas de aparcamiento para patinetes eléctricos o bicicletas, hasta áreas de descanso, diseñadas para fomentar el bienestar y la relajación (salas wellness).
Espacios flexibles como los de Lexington ofrecen la ventaja de personalizar las oficinas según la identidad corporativa de cada firma
La implementación de medidas sostenibles, como la eficiencia energética, el uso de materiales reciclados y la reducción de residuos son y serán un must esencial. Además, la tecnología desempeñará un papel crucial en el futuro del sector. Los espacios de trabajo flexible del futuro contarán con herramientas y sistemas digitales que mejorarán, aún más, la eficiencia, la seguridad y la conectividad. Esto incluye la implementación de soluciones de gestión de acceso y seguridad, plataformas de colaboración online que faciliten la comunicación y la colaboración entre los miembros del equipo, tanto dentro como fuera de la oficina.
Por último, la adaptabilidad y la capacidad de respuesta por parte de los operadores de espacios flexibles se convierten en activos esenciales para aprovechar al máximo las oportunidades que ofrece el cambio hacia un entorno laboral más flexible. En Lexington estamos comprometidos con garantizar que nuestras oficinas sean espacios que inspiren la colaboración, la innovación y el bienestar de las empresas y sus equipos humanos.