Dejar un mundo mejor del que nos encontramos, pensar en el futuro con unas bases sólidas para el bienestar y diseñar el mañana con criterios de sostenibilidad, eficiencia y solidaridad. Este debería ser el objetivo de ciudadanos, empresas, organizaciones e instituciones. Y para eso, es clave la hoja de ruta que marca la Agencia 2030 y apostar, sin complejos, por los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), que con la tragedia del Covid, cobran aún más importancia. Lo importante es sumar recursos públicos y privados para que los cimientos de esta sociedad del bienestar, que tenemos la suerte de vivir los ciudadanos del primer mundo, se hagan extensibles a todos los rincones del planeta y sean duraderos en el tiempo.
Por primera vez, tenemos la oportunidad de apostar por unos objetivos buenos para el planeta y para la humanidad, con un lenguaje inclusivo, imparcial y despolitizado, que suma y no discrimina, y que atrae por la fuerza de su mensaje. En mi opinión, es importante que trascienda más allá de idearios políticos o intereses particulares que solo restan y perjudican al ciudadano.
Hace años que Ribera es pionero en el desarrollo de un modelo de salud responsable, con el objetivo de mejorar el bienestar de la población, y una aportación de valor que combina innovación y humanización, contribuyendo al mismo tiempo a la sostenibilidad de los sistemas sanitarios. Por eso, cuando aparece la Agenda 2030, su integración en nuestro día a día es inmediata y natural. Porque nuestra vocación es transformar la manera de gestionar la sanidad, y aunque estamos alineados con los ODS en general, nuestro foco está en el número 3, referido a la salud y el bienestar.
Tecnología y equipo humano son fundamentales para este modelo de salud responsable que aplicamos y que trabajamos por extender, más allá de nuestros doce hospitales y 60 centros de Atención Primaria que gestionamos en cinco regiones españolas. Ambos son clave por cuanto nos permiten facilitar a todos los pacientes el acceso a una atención sanitaria personalizada, preventiva, predictiva y participativa. Hacemos que se sientan protagonistas y parte activa de su cuidado, facilitándoles la tecnología y el acompañamiento que necesitan, así como instalaciones y equipamiento adaptados a personas con diversidad funcional. Igualdad, universalidad, equidad y responsabilidad. Todo aplicado a la salud.
Además, gracias a nuestra apuesta por la investigación y la coinnovación, desarrollamos cada día herramientas, aplicaciones y modelos predictivos, como el que permite que desde hace ya más de un año podamos avanzar qué pacientes Covid pueden acabar en la UCI, la telemonitorización de pacientes con enfermedades crónicas, la telerehabilitación o un cuidador virtual que, gracias a la tecnología de voz y la inteligencia artificial, ‘entiende’ a los pacientes, transmite sus constantes a un profesional sanitario casi en directo y es capaz de controlar a miles de pacientes en unas horas.
Siempre hay que dar un paso al frente y apostar por iniciativas que busquen hacer realidad, poco a poco, lo que aún suena a utopía en un mundo cada vez más incrédulo. Y, sinceramente, creo que Ribera forma parte de ese grupo de valientes que cada día trabaja y se reinventa para crear un mundo mejor, en nuestro caso, una atención sanitaria aún más excelente, rápida, humanizada y socialmente responsable.
El Covid ha precipitado lo que hace años deberían haber asumido gobiernos y organizaciones sanitarias: la importancia de abordar la salud y el bienestar de la población desde una perspectiva holística, ya que condicionantes sanitarios, económicos, sociales y culturales influyen en la organización y planificación de los recursos sanitarios, en la prevención y en el cuidado de la población.
Ningún gobierno debería tomar decisiones que afectan a la salud y el bienestar de la población basándose, por ejemplo, en un programa político redactado desde la confrontación, sin valorar resultados y datos objetivos. Pero, por desgracia, algunos dirigentes políticos rechazan la colaboración público privada, que se ha demostrado tan importante, efectiva y eficaz en los últimos 20 años y en especial durante la pandemia, y siguen apostando por modelos de gestión de hace 50 años, para dar servicio a una sociedad que, simplemente, ya no existe.
¿Y cómo intentamos garantizar una vida sana y promover el bienestar y la salud para los ciudadanos de hoy en el grupo Ribera? Con una apuesta firme y decidida por la prevención y la educación para la salud de la población y por una medicina personalizada, que responda a los retos de esta nueva sociedad. El Covid ha supuesto todo un desafío en esta área, porque nos ha llevado a acelerar la implantación de la telemedicina, a darle un impulso a la coinnovación con startups, para acelerar su implantación y a adaptarnos con agilidad a los cambios. El futuro de la Sanidad es ahora.