Después de 100 días de Estado de Alarma y alrededor de 40 días confinados -depende de cada provincia-, volver a la normalidad es imposible. Desde el 21 de junio, los españoles volvíamos a una rutina que no se parecía en nada a la que dejamos el 14 de marzo ‘en la calle’. No solo por los cambios que el Covid19 ha implantado en nuestra normalidad, si no porque el virus sigue ahí. A día de hoy España y el mundo siguen teniendo rebrotes, y parece más claro que nunca que tendremos que seguir viviendo con él una larga temporada.
De esta manera, las empresas han tenido y aún seguirán replanteándose medidas, protocolos y pautas para empleados y clientes. Para IFMA España, la asociación que aglutina a todas las personas y empresas vinculadas con el Facility Manager “todas las medidas afectan a la productividad y a los costes. Por lo que podemos decir a nivel general, que la implicación a medio y largo plazo será la de la protección de las personas, buscando nuevos modelos de gestión que minimicen el impacto sobre los costes y la producción para asegurar la continuidad del negocio”.
Entre las medidas más conocidas está el uso de la mascarilla, que es de obligado cumplimiento siempre y cuando no se pueda respetar la distancia de seguridad, y la utilización de hidrogeles para la higiene personal.
Servicios de limpieza y desinfección
La higiene y la desinfección es una de las primeras actuaciones que se llevarán a cabo con mucha más frecuencia y con distintos protocolos a los que estábamos acostumbrados, por supuesto sin olvidarnos de los hábitos individuales de higiene personal que hemos tenido que asumir y que, salvo en la población que trabajaba en sectores muy concretos, es toda una novedad.
Respecto a los espacios, tanto el sector de la sanidad ambiental como el de la limpieza e higiene profesional han pasado a un primer plano. Desde Anticimex nos explican que, en las empresas de este sector “la aparición del nuevo riesgo biológico ha obligado a los servicios de prevención del sector a evaluar e implantar nuevas medidas de control del riesgo, así como a formar e informar en tiempo récord a los trabajadores sobre los nuevos procedimientos de trabajo y la utilización correcta de los nuevos Equipos de Protección Individual”. Se están llevando a cabo desinfecciones con técnicas como la nebulización o técnicas y herramientas combinadas específicas, pues muchas compañías expertas del sector de la limpieza e higiene abogan porque ésta es la mejor solución, aunque si bien el riesgo cero no existe, solo la garantía de que una frecuencia mucho mayor de la que había en este servicio permite evitar muchos contagios. “Igualmente, con la publicación por parte del Ministerio de Sanidad de la tabla de productos viricidas autorizados en España para uso profesional y uso profesional especializado, la autoridad ha obligado a que se adapten todos los procedimientos de desinfección y, por lo tanto, todas las medidas de prevención contra la exposición de los trabajadores a dichos productos”, continúan desde Anticimex.
La experiencia del teletrabajo
Otra de las medidas, implantadas desde los primeros momentos ha sido el teletrabajo. Si bien muchos expertos comparten la reflexión de que esta situación ha servido para impulsar el concepto, la teoría, pero que en ningún caso en los momentos de confinamiento se ha realizado un verdadero teletrabajo, una situación que está planteada desde sus inicios como una solución que favorece la conciliación a la vez que eleva o mantiene los niveles o incluso los incrementa de productividad, pues permite mayores cotas de concentración y bienestar del empleado.
La principal conclusión de Francisco Vázquez, fundador de 3G Smart Group es que “se abre una gran oportunidad para modificar muchos hábitos, para movernos hacia un nuevo paradigma construido alrededor de un verdadero equilibrio entre factores sociales, ambientales y económicos; lo que desde hace años se denomina Triple Balance”. En concreto, comenta Vázquez que, “como experto en el diseño de espacios y modelos de trabajo, me gustaría desarrollar las oportunidades que se abren en este campo. Esta crisis sanitaria ha puesto de manifiesto el valor de la tecnología, ¿cómo habríamos vivido esta crisis hace 20 años? La tecnología nos ha permitido sustituir un gran número de actividades presenciales por actividades digitales y ha confirmado la viabilidad del teletrabajo, algo que muchos cuestionaban antes de esta crisis. Además, nos ha permitido seguir conectados con amigos y familiares: celebrar cafés virtuales, aperitivos y reuniones… y lo hemos hecho, incluso, con una mayor intensidad y frecuencia que antes”.
Como decíamos este teletrabajo deberá ser regulado y con unas condiciones óptimas para el empleado. “Las medidas son diferentes si hablamos de las personas que están trabajado desde casa, hay empresas que están dotando de herramientas no solo informáticas sino también ergonómicas, facilitando mobiliario de sus propias oficinas, principalmente sillas o reposapiés, alzadores de pantalla, además de ordenadores portátiles o de sobremesa y pantallas más grandes que la del propio portátil”, comenta Lorena Espada, presidenta de IFMA España.
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