Se ha hablado mucho de empresa saludable los últimos años, entendiendo por empresa saludable aquella en la que todos sus integrantes colaboran para proteger y promover la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores, así como la sostenibilidad y la calidad del aire del espacio de trabajo, dentro de un proceso de mejora continua.
Con la implantación de un sistema de gestión de empresa saludable, la compañía se dota de una metodología que permite desarrollar e implementar una política y unos objetivos de empresa saludable, teniendo en cuenta los requisitos legales y la información sobre los factores que pueden influir en la salud, seguridad y bienestar de los trabajadores.
Considerando que pasamos el 90% de nuestro tiempo en interiores y compartimos nuestro espacio con otras personas durante al menos 9 horas al día y a pesar de estar regulado tanto en el Real Decreto de lugares de Trabajo RD 486/1997, como en el Reglamento de instalaciones Térmicas en los Edificios–RITE, creo que la Calidad del Aire Interior (CAI) quizás es uno de los aspectos que menos se ha tenido en cuenta hasta ahora en las compañías.
La mayoría de las veces le restamos importancia a la calidad del aire interior y en realidad este aire en ocasiones está hasta 5 veces más contaminado que el aire exterior. Espacios compartidos como oficinas, centros de salud, gimnasios o colegios son foco de bacterias, virus y alérgenos donde además se acumulan gran cantidad de sustancias químicas y malos olores. El Reglamento es el encargado de establecer las exigencias de eficiencia energética y seguridad que deben cumplir las instalaciones térmicas en los edificios, en las que están incluidos los sistemas de calefacción, refrigeración y ventilación.
El RITE establece además respecto a la calidad del aire interior que «las instalaciones térmicas permitirán mantener una calidad del aire interior aceptable, en los locales ocupados por las personas, eliminando los contaminantes que se produzcan de forma habitual durante el uso normal de los mismos, aportando un caudal suficiente de aire exterior y garantizando la extracción y expulsión del aire viciado».
Todo ello unido a la última guía publicada por el Gobierno de recomendaciones sobre el uso de sistemas de climatización y ventilación para prevenir la expansión del COVID-19 en espacios cerrados, hace de la calidad del aire un tema fundamental y casi la principal preocupación de los responsables de instalaciones y responsables de Prevención.
Esta guía, en su recomendación REC 11B sobre Sistemas de filtración y purificación portátiles, apoya el uso de unidades portátiles en el caso de locales con dificultades para obtener una ventilación satisfactoria, recomendando el uso de unidades portátiles equipadas con filtros de alta eficiencia HEPA. Es preciso que mantengan un índice de movimientos hora significativo.
Los filtros HEPA deberán tener una filtración altamente eficiente del aire, con capacidad de retener aerosoles en porcentajes superiores al 99,95%, según la norma UNE1822. En la compañía Fellowes Brands, a través de nuestra marca de fabricación propia AERAMAX PROFESSIONAL, contamos con equipos que retienen el 99,97% de las partículas de 0,3 micras, gracias a sus filtros HEPA y a sistema de ionización bipolar, que ya han sido probados con éxito en varios sectores.
Todos estos avances en temas de salud, seguridad y bienestar para las personas que conforman la empresa, traerán consigo una serie de beneficios añadidos para la entidad, como una mayor implicación del trabajador en la consecución de los objetivos de la empresa, el aumento de la productividad, la mejora de la imagen corporativa, la disminución de los costes asociados al absentismo, la reducción de los efectos del presentismo y una mayor tranquilidad tanto para el cliente interno como para el externo, así que ahora más que nunca, apuesta por la Calidad de Aire Interior (CAI).