La COVID-19 ha acelerado en años la transformación digital de las empresas, ya que estas se han visto obligadas a digitalizar la mayor parte de las tareas para garantizar la continuidad de su negocio. Y muchas de esas tareas, de las que se resultaba impensable su transformación, han demostrado proporcionar importantes beneficios cuando se realizan en remoto. Es el caso de las tareas de recepción, un ámbito primordial en la estrategia de cualquier negocio, que se ha vuelto aún más relevante en esta pandemia.
El 14 de marzo de 2020 la sociedad española se enfrentaba a un confinamiento que nunca antes había experimentado, y gran parte de las oficinas echaban el cierre y enviaban a sus empleados a trabajar desde casa. Pasado el Estado de Alarma, diversas corporaciones retomaban la vuelta a la oficina de forma paulatina, pero el riesgo de contagio seguía existiendo – y aún sigue presente –, por lo que era fundamental minimizar al máximo tareas en las que existe un cierto contacto físico. ¿Qué ha pasado entonces con tareas como las de recepción? ¿Ha sido posible desempeñarlas de forma efectiva y en remoto?
Tradicionalmente hubiéramos dicho que no ya que, en la mayoría de los casos, las visitas han de entregar un documento identificativo cuando acceden a un edificio para obtener la correspondiente tarjeta de visita y/o acceso. Pero la situación de crisis sanitaria no solo ha demostrado todo lo contrario, sino que las empresas obtienen además beneficios importantes al utilizar sistemas de recepción inteligente que permiten la digitalización del puesto de recepción. Con estos sistemas un operador puede atender en remoto varios centros localizados en distintos puntos geográficos, consiguiendo una interacción 100% natural. Además, este tipo de servicios de recepción virtual, como los que ofrece Securitas, han demostrado ser útiles, no solo en los entornos corporativos, sino también en entornos residenciales y urbanizaciones privadas donde la seguridad es clave, y donde se requiere un control de acceso a las instalaciones. Los servicios remotos facilitan también la gestión centralizada de los puntos de información establecidos por ejemplo en centros comerciales.
En definitiva, la COVID-19 nos ha dado muchas lecciones, y una de ellas es que existen muchas más tareas propensas a la digitalización de las que pensábamos. Nunca hubiéramos imaginado un servicio de recepción virtual, pero ahora es algo que, no solo beneficia al negocio de las empresas, sino que también protege la seguridad y la salud de las personas.