En mis primeros años como profesional de la arquitectura tuve la oportunidad de colaborar estrechamente con distintos despachos de arquitectos en proyectos de paisajismo y urbanismo. Esta experiencia me permitió percibir la ciudad desde diferentes perspectivas, abarcando desde la ordenación desde el punto de vista territorial y municipal a la urbanización de calles y plazas, hasta el diseño de elementos de mobiliario urbano. Siempre me ha fascinado ver cómo la transformación y rehabilitación del entorno urbano es capaz de dinamizar un barrio, crear un sentimiento de pertenencia, mejorar la calidad de vida de sus vecinos, influir en la economía local y en la integración social de sus habitantes o en su salud. El aumento de la población mundial, la migración de la gente a las grandes ciudades y el consecuente crecimiento de las mismas previsto para los próximos años nos obliga a repensar los modelos de urbanismo, buscando ciudades seguras, sostenibles, saludables y eficientes, aprovechando las posibilidades que ofrecen las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC). Este ya no es trabajo solo de urbanistas y arquitectos, sino que compromete a todos los colectivos que cohabitamos en las urbes y participamos de alguna forma en su gestión y diseño. Todos debemos implicarnos en el inevitable proceso de transformación de las ciudades actuales hacia las smart cities.
La revolución digital (la robótica, el IoT, el Big Data, la inteligencia artificial, etc.) es imparable y significa a día de hoy un gran reto para la sociedad en todos los ámbitos. La digitalización ya está aquí, pero mucha gente sigue resistiéndose al cambio, quizás por miedo a lo desconocido o escepticismo. El desarrollo tecnológico no debería de ser el objetivo en sí mismo, sino una herramienta al servicio de las personas. No tengo ninguna duda de que nos facilitará la vida, favorecerá al medio ambiente y contribuirá a reducir las desigualdades económicas y sociales.
El papel de los FM en las smart cities
A escala local, los FM, con la gestión de nuestros edificios (futuros smart buildings), tenemos el papel fundamental de acompañar a las personas en este proceso de cambio hacia las smart cities. Tenemos la misión de ser los impulsores y el motor del cambio de paradigma que estamos viviendo, situando la experiencia de las personas en el centro de la estrategia del Facility Management.
Con la irrupción tecnológica, la transformación de los modelos de negocio, el cambio de mentalidad de las nuevas generaciones o los problemas medioambientales crecientes, es necesario replantearnos cómo serán los futuros edificios.
Las oficinas, por ejemplo, con la aceleración que ha sufrido recientemente la implementación del teletrabajo, necesitan reinventarse para dar sentido a los espacios corporativos. Es nuestra prioridad conseguir que las oficinas (ahora se habla de “hub” o “punto de encuentro”) ofrezcan una experiencia laboral satisfactoria, un entorno saludable y atractivo que potencie la socialización e interacción entre trabajadores, sacando el máximo provecho de las nuevas tecnologías. Son los primeros pasos hacia los smart buildings. Como lo hacía el urbanista clásico con la planificación y el diseño de las calles, la correcta gestión integral del edificio, sus usuarios y la tecnología como FM nos permite mejorar la calidad de las relaciones sociales, crear un sentimiento identitario con la empresa e influir en la productividad y satisfacción personal de todas las personas que conviven en el edificio.
Desde TBA Facilities, estamos convencidos de que, en los próximos años, el sector del Facility Management va a ganar visibilidad y protagonismo. El futuro promete retos complejos, pero estimulantes, y necesitamos profesionales altamente capacitados para liderar, planificar, trabajar en equipo, con habilidades comunicativas, flexibles y proactivos. Necesitamos Facility Managers apasionados.