En términos generales, la prevención de riesgos en el sector de la sanidad ambiental ha estado históricamente marcada por el riesgo de exposición de los trabajadores a contaminantes químicos en las diferentes tareas que engloba el sector, como la desinfección segura.
Otros riesgos asociados como el peligro biológico, las caídas a distinto nivel o incluso los relacionados con la entrada en espacios confinados han sido también riesgos característicos del sector.
Los avances técnicos y científicos han ido minimizando el riesgo de los productos biocidas, aumentando su eficacia y reduciendo su toxicidad. Siendo así, ha disminuido el riesgo de exposición a contaminantes químicos tanto para los trabajadores como para los clientes, usuarios y medio ambiente.
La entrada en vigor del RD 830/2010 conllevó también la profesionalización del sector y que los tratamientos fuesen realizados por personal formado adecuadamente en la realización de los trabajos con total seguridad.
Nuevas técnicas como los sistemas de monitorización “SMART” (equipos de control de plagas digitales) están revolucionado el sector, ya que permiten realizar un control exhaustivo de las diferentes plagas sin necesidad de utilizar productos biocidas; a la vez que reducen la presencia de los técnicos de control de plagas en las instalaciones del cliente, evitando así posibles riesgos de contagio.
Cambios en el sector
La propagación del nuevo virus SARS-CoV-2 y la declaración del estado de alarma en el territorio español ha conllevado grandes cambios para el sector de la sanidad ambiental. En este sentido, la demanda de desinfecciones de instalaciones por parte de clientes ha requerido que las empresas del sector que están estructuralmente preparadas se adapten de forma inmediata a la situación.
Del mismo modo, los servicios de prevención englobados en dichas empresas han tenido que encajar todos los procedimientos operativos a la nueva realidad. Además, se ha garantizado que estas actuaciones las llevan a cabo profesionales especializados de empresas de servicios biocidas registradas en el Ministerio de Sanidad
Hasta la propagación de la pandemia, los tratamientos de desinfección realizados por el sector de la higiene ambiental estaban muy definidos y acotados a actividades concretas como, por ejemplo, la industria alimentaria.
La adaptación a los nuevos riesgos generados por la COVID-19
Las medidas de prevención implantadas hasta el momento en los trabajos de desinfección, tanto por pulverización como por nebulización, han estado encaminadas sobre todo a la prevención de la exposición de los trabajadores a los productos químicos utilizados.
La aparición del nuevo riesgo biológico ha obligado a los servicios de prevención del sector a evaluar e implantar nuevas medidas de control del riesgo, así como a formar e informar en tiempo récord a los trabajadores sobre los nuevos procedimientos de trabajo y la utilización correcta de los nuevos Equipos de Protección Individual.
Igualmente, con la publicación por parte del Ministerio de Sanidad de la tabla de productos viricidas autorizados en España para uso profesional y uso profesional especializado, la autoridad ha obligado a que se adapten todos los procedimientos de desinfección y por lo tanto todas las medidas de prevención contra la exposición de los trabajadores a dichos productos.
La revisión y adquisición de nuevos EPIS que protegiesen de los productos utilizados y la formación e información aportada a los trabajadores han sido claves para la transición de la actividad con total seguridad.
Otro riesgo no menos importante que ha provocado la pandemia es la generación de nuevos factores de riesgos psicosociales. La excepcionalidad de la situación provoca preocupación y dudas, que pueden incrementarse en el caso concreto del personal que realiza desinfecciones durante el estado de alarma.
La transparencia de la organización con los trabajadores, la información y comunicación continua y la empatía con las situaciones personales ayudan a gestionar la situación. Además, el fomento del teletrabajo a todo el personal administrativo y de gestión, ha supuesto la rápida adecuación de los entornos de trabajo físicos.
Hay que asegurar que los trabajadores pueden realizar su trabajo de forma ergonómicamente adecuada y compatibilizarlo con la novedad del entorno de trabajo, situación familiar y el propio aislamiento social. De esta manera, el servicio de prevención ha creado instrucciones y procedimientos de trabajo adaptados, así como un seguimiento continuo de la situación que permita readaptar el entorno en caso de ser necesario. De forma complementaria, el teletrabajo ha contribuido a proteger a los grupos considerados como vulnerables para la COVID-19 por el Ministerio de Sanidad.
Equipos de protección individual
Una de las batallas más arduas de los servicios de prevención en estos momentos ha sido la de conseguir Equipos de Protección Individual para los trabajadores.
La paralización total de la actividad laboral decretada por el Gobierno dejó en un escenario incierto a los suministradores de EPIS y por lo tanto a las empresas que los necesitaban por estar realizando servicios esenciales en estos momentos, como son las desinfecciones.
La acción rápida para trabajar con nuevos proveedores y la revisión y posterior validación de las características técnicas de los EPIS adecuados para los trabajos a realizar han conseguido que los trabajadores puedan contribuir con la eliminación del virus con total seguridad.
Coordinación de Actividades Empresariales
Si en cualquier sector es fundamental el cumplimiento del RD 171/2004 y realizar una correcta gestión de la coordinación de actividades empresariales, en la situación actual ha cobrado especial relevancia debido a los diferentes niveles de riesgo de contagio en función de las instalaciones en las que se realice el trabajo.
Desde el servicio de prevención se realiza un gran esfuerzo por recabar toda la información necesaria para conocer los riesgos a los que va a estar expuesto el trabajador y tomar las medidas preventivas específicas.
Además, un elemento importante para tener en cuenta es la información previa que se le da al cliente sobre el tipo de tratamiento. Conceptos como notificación previa, plazos de seguridad de los productos utilizados, etc. se hacen fundamentales para asegurar que no existen riesgos para los clientes y usuarios.
Formación e información
Una necesidad clave para la adaptación de la actividad y la prevención de los nuevos riesgos derivados es la formación y continua información. Como dificultad debida a la situación, se añade el no poderla realizar de forma presencial. Las plataformas e-learning están siendo clave en este momento, permitiendo que los cursos desarrollados por el servicio de prevención puedan ser realizados por todo el personal sin necesidad de hacerlo de forma presencial.
La creación de contenidos formativos adecuados a los nuevos riesgos y la realización de dichos contenidos de forma que puedan evaluarse los conocimientos prácticos de los trabajadores ha supuesto la consolidación de las nuevas instrucciones.
Conclusión
La rápida proliferación del virus en el país ha provocado la necesidad de la inmediata adaptación de las actividades realizadas por las empresas de sanidad ambiental hacia la desinfección.
La inmediata respuesta ejercida, la dedicación y el esfuerzo por parte de los técnicos en esta adaptación ha contribuido en el control de la pandemia a nivel nacional realizando todo tipo de desinfecciones en las instalaciones.
Todo esto se ha realizado agregándolos a los tratamientos realizados normalmente por el sector de la higiene ambiental como son el control de plagas, tratamientos de legionela y de Auditorías de Calidad del Aire Interior.
También hay otros servicios que dada la crisis sanitaria provocada por el virus SARS-CoV-2 han adquirido especial relevancia, como es el caso del Control de la Calidad del Aire en el Interior.
Una buena calidad del ambiente interior minimiza la transmisión de enfermedades, incluidas las respiratorias de origen vírico, tales como la COVID-19. La temperatura, humedad relativa y las partículas en suspensión del ambiente influyen sobre la estabilidad de los virus respiratorios y dichas condiciones afectan a su tasa de transmisión.
La reacción igualmente inmediata de los servicios de prevención de las empresas de higiene ambiental para adaptar las medidas de seguridad a la nueva situación y crear sus propios planes de contingencia ha hecho que los trabajos de desinfección pudiesen realizarse de forma totalmente segura para los trabajadores.