Un año ha pasado ya, todo se paró y como no, también nuestro fútbol, ese bonito deporte para unos y tan incomprensible para otros. Nos tuvimos que quedar en casa y buscar nuevos entretenimientos, ya que no teníamos Liga, Copa, Champions, estadios de fútbol, ni con quien comentar los resultados y las polémicas de cada partido.
Por suerte, todo empezó a mejorar y llegamos a una fase en la que se permitió volver a la actividad deportiva, con muchas restricciones, pero el fútbol volvía a ser parte de nuestras vidas, de nuestro entretenimiento, de nuestras charlas de lunes, aunque fueran a través de chat y mensajes, de las noticias que quitaban algunos minutos al ‘monotema’.
Pero hubo que adaptarse y reinventarse, los estadios de fútbol por el momento podían acoger las competiciones deportivas, pero con un sólo espectador, la televisión que iba a retrasmitir cada detalle de cada partido, y para ello era necesario que todo siguiera funcionando como si nada hubiera cambiado, adaptando los planes de mantenimiento de las instalaciones, y los contratos de servicios para optimizar al máximo el rendimiento de todos los recursos humanos y materiales, pero sin perder la efectividad y rendimiento de los equipos que mantienen ‘vivo el corazón de cualquier instalación’.
El pasado jueves 18 de marzo, CBRE organizó un encuentro virtual en el que se dieron cita los equipos responsables de infraestructura e instalaciones de 6 clubs de primera división. En este encuentro pudimos analizar el impacto de la pandemia en el mantenimiento de los estadios de fútbol y junto a ellos se pudo analizar en gran medida las situaciones más relevantes que se están dando y que por el momento han cambiado la forma en que los servicios técnicos están trabajando, y se han tenido que adaptar a las circunstancias.
Los equipos de infraestructuras, ingenieros, arquitectos y personal especializado han conseguido mantener las instalaciones en perfecto estado de funcionamiento, aunque teniendo que hacer verdadera ‘ingeniería de optimización’ para renegociar contratos con las empresas dedicadas a mantenimiento de instalaciones, modificar y adaptar los planes de mantenimiento preventivo y conductivo, ajustar costes, etc.
Además, las nuevas normativas y protocolos ponen de manifiesto la importancia de contar con equipos de expertos con formación técnica en la plantilla de cualquier club que quiera tener unas instalaciones a la altura de su entidad y sus aficionados.
Aunque es difícil encontrar puntos buenos, me atrevo a comentar que sí existen.
- Algunas infraestructuras en plena ampliación y reforma, han podido aprovechar las circunstancias para reducir los plazos previstos.
- Se están adaptando las nuevas instalaciones a los cambios necesarios para los protocolos futuros, como por ejemplo, zonas más amplias de entrada, tecnología contactless aplicaciones móviles, etc., para evitar aglomeraciones en todo el recinto del estadio de fútbol y en los momentos críticos como la entrada, descansos o al finalizar cualquier evento. Instalaciones para ventilación y extracción de aires y ambientes más higiénicos, etc.
- Se han realizado importantes estudios para optimizar las instalaciones, sin perder eficiencia, para conseguir importantes ahorros energéticos y reducciones de CO2, consiguiendo un impacto positivo para el medio ambiente.
Por último, no olvidemos que en nuestro país el fútbol no es sólo un deporte, es mucho más y por ello, en poco tiempo, estamos seguros de que los estadios de fútbol volverán a sentir el latido del público, sus aplausos, sus cánticos e incluso sus lágrimas y todo ello con la mayor responsabilidad para que los únicos contagios sean las risas de los aficionados.
