Facility Management and Services 039
REPORTAJE SMART Buildings & Cities / Cuarto trimestre 2024 41 un mantenimiento adecuado para maxi- mizar los beneficios a largo plazo. Con un enfoque proactivo y el uso de tecno- logías adecuadas, es posible mantener estos edificios en condiciones óptimas, garantizando así su contribución a un futuro” y alargando la vida de estos acti- vos de manera sostenible. Beneficios económicos y retorno de la inversión para los Facility Managers Además de las ventajas operativas y sostenibles, los edificios inteligentes también tienen un impacto significativo en los beneficios económicos y el retor- no de inversión (ROI). Para los Facility Managers, gestionar un edificio inteli- gente significa una reducción directa en los costes operativos, desde el ahorro energético hasta el menor gasto en re- paraciones y mantenimientos reactivos. Aunque la inversión inicial en tecnología puede ser elevada, los ahorros en con- sumo de recursos y la eficiencia en la operación diaria permiten recuperar la inversión a mediano plazo. Esta optimización de recursos contri- buye también a mejorar los presupues- tos operativos de los Facility Managers, quienes disponen de más margen para invertir en mejoras de los espacios o en iniciativas que generen valor para los usuarios del edificio. Al reducir las tareas reactivas y optimizar los recursos, los edificios inteligentes se convierten en una herramienta estratégica para cum- plir con los objetivos de rentabilidad y sostenibilidad de la empresa. Asimismo, otro de los beneficios de gestionar edificios que sean ‘inteligen- tes’ es que repercute en el bienestar de los empleados. Para Cristina Arriola, Associate Director de Facility Manage- ment en Savills, “Los datos nos ayudan a crear entornos más seguros, saluda- bles y eficientes”. Mediante sensores, se monitorea y op- timiza el uso del agua, detectando fu- gas o áreas de desperdicio que pueden solucionarse de inmediato. Además, algunos sistemas avanzados permiten una gestión automatizada de los resi- duos, ayudando a reducir el volumen de desechos enviados a vertederos y faci- litando la implementación de prácticas de reciclaje. Estos avances en la gestión de recursos naturales no solo benefician al medioambiente, sino que también simplifican la carga operativa del Faci- lity Manager, quien puede supervisar el consumo de agua y la producción de residuos de forma eficaz y centralizada. Por último, la tecnología también con- tribuye a la extensión de la vida útil de los activos y materiales del edificio. Al mantener un control constante sobre el estado de los equipos y al anticiparse a posibles fallos, los sistemas inteligentes ayudan a reducir el desgaste prematuro. Esto no solo evita la necesidad de reem- plazos frecuentes, sino que se alinea con el concepto de economía circular, promoviendo un uso más responsable y eficiente de los recursos. Desde el punto de vista de la AEM (la Asociación Española de Manteni- miento), “el mantenimiento de edificios sostenibles es un aspecto crítico que no debe subestimarse. A medida que la demanda de construcciones ecoló- gicas sigue creciendo, es esencial que los propietarios y administradores de edificios comprendan la importancia de y la reducción de la huella de carbono. Los sistemas inteligentes ajustan auto- máticamente el consumo de energía según la ocupación y las condiciones climáticas, minimizando el uso de elec- tricidad y gas. Para el Facility Manager, esto no solo facilita el cumplimiento de las normativas de sostenibilidad, sino que también representa un ahorro en los costes energéticos. Un ejemplo concre- to, que nos presenta Alberto González (IFMA España), son los sensores de ocu- pación, que pueden detectar cuándo las salas de reuniones u oficinas están des- ocupadas y apagar, de esta manera, au- tomáticamente las luces o los sistemas de calefacción, ventilación y aire acon- dicionado. Esto no solo ahorra energía, sino que también contribuye a las inicia- tivas de sostenibilidad de una compañía. “Según las investigaciones, los edificios que implementan tecnología inteligente pueden reducir el consumo de energía hasta en un 30%”, apunta González. Además, “la tecnología inteligente puede facilitar la integración de fuentes de energía renovables, como los pane- les solares. Al utilizar redes inteligentes, los edificios pueden gestionar la distribu- ción de energía de forma más eficaz, lo que les permite utilizar energía renova- ble cuando está disponible y reducir la dependencia de fuentes no renovables”, continúa González. La gestión del agua y de los residuos es otro aspecto fundamental en la sos- tenibilidad de un edificio inteligente. Los edificios inteligentes también tienen un impacto significativo en los beneficios económicos y el retorno de inversión
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