Facility Management and Services 039
/ Cuarto trimestre 2024 32 ARTÍCULO Actualidad L os ascensores son, con di- ferencia, uno de los medios de transporte más seguros. Ello se debe, principalmente, al amplio marco normativo que, desde hace más de 60 años, se viene desarro- llando e implementado, no solamente en los ascensores de nueva instalación, si no en todo el parque de ascensores existentes Un ejemplo comparativo: ¿Tiene us- ted un coche con más de 60 años que circule más allá de las ‘típicas’ exposi- ciones de vehículos antiguos?... Pues en su ciudad es seguro que hay muchos as- censores que superan esa edad, incluso centenarios que todos los días transpor- tan verticalmente a personas de forma continuada e ininterrumpidamente. Y esto sólo puede lograrse mediante la adaptación en materia de seguridad a las nuevas normas y un control exhaus- tivo en todos y cada uno de los ascen- sores que actualmente están en funcio- namiento. Esto no excluye totalmente la posibili- dad de sufrir algún accidente o incidente en su ascensor. Los más típicos y que, seguro que le suenan (dependiendo un poco de la antigüedad del ascensor), suelen ser: 1. Tropiezos al entrar o salir del habitácu- lo del ascensor (de la cabina). Lograr que su ascensor se detenga perfecta- mente a nivel de planta es algo que está al alcance de la tecnología actual, pero muchos ascensores (ya entrados en años), arrastran cierto desnivel en sus paradas. Por desgracia, no nece- sitamos mucho para tropezarnos. Así pues, es de lógica que, existiendo la tecnología para lograr niveles de pa- rada de +-10mm, lo implementemos normativamente y evitemos que, espe- cialmente la gente mayor, pueda llegar a tropezarse. 2. Golpes con las puertas automáticas (al cerrarse de forma autónoma). Los ascensores con puertas automáticas suelen disponer de un detector de paso (fotocélula) en la parte baja del acceso a cabina. Ese detector ordena que la puerta se ‘reabra’ si, cuando estamos cruzando el umbral, nos detecta el paso. El inconveniente es que, muchas veces, vamos, por ejemplo, con la ca- beza por delante mirando el teléfono. O de nuevo, esas personas mayores que por su propia movilidad y apoyados en su bastón se adelantan a la detección y se cierra la puerta propinando el co- rrespondiente golpe. Si bien no suelen ser incidentes graves, de nuevo, no es lógico que, existiendo tecnología desa- rrollada para evitarlo, no lo implemen- temos. 3. Exceso de carga. Quizá de este grupo ‘resumido’ es el que nos puede dar el mayor susto… Desde tiempos en los que la televisión era en blanco y negro se identifica la carga máxima admisi- ble en los ascensores indicando kilos y número de personas o pasajeros. Pero esto se hacía a razón de 75 Kg por persona. Si su ascensor tiene ya unos años, puede ver en su placa (en la ca- bina) algo como, por ejemplo, “Máximo 4 personas – 300 kg”. Sin entrar en el detalle de la vida sana que deberíamos llevar, y que vivimos en la sociedad de la “comida rápida”, la realidad es que, en los últimos 60 años, la media de altura y peso se ha incrementado con- siderablemente. Pretender que cuatro personas se suban en un ascensor y no se superen los 300 kg es algo osado hoy en día. De nuevo, algo tan ¿Su ascensor cumple con las nuevas medidas de seguridad exigidas en la normativa? J avier C hacón B onilla D irector G eneral E i NOR
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