Facility Management and Services 026

/ Tercer trimestre 2021 36 REPORTAJE SMART City decir esto que a mayor número de obje- tos conectados, mejor nivel de servicio? Claramente no por sí solo. No sería sufi- ciente para gestionar de forma inteligen- te la limpieza de los locales, la ocupa- ción de las salas, el consumo de energía o el mantenimiento de los equipos. Por sí solo no permitiría anticiparse y resolver problemas. La clave reside en hacer ha- blar a los datos proporcionados en tiem- po real por usuarios y equipos, hacer que puedan comunicarse, ser controla- bles de forma centralizada y compartirse con todas las partes interesadas”, nos ex- plican desde MOVEWork. Con un edificio conectado, que recoge datos y facilita la gestión del mismo, “los usuarios ya no tendrán que informar de manera reactiva de los fallos o sufrir las molestias; habrá lugares en los que los sistemas de control se ajusten automá- ticamente en función de los parámetros climáticos. Ahora se convierten en acto- res de su entorno y se centran en disfru- tar de un ambiente de vida y trabajo a la altura de sus expectativas”, continúan desde MOVEWork. Además, lo vivido por la crisis sanitaria por el Covid-19 ha acelerado la adapta- ción de las personas a la tecnología, las posibles reticencias que pudieran quedar en un gran grado han desaparecido, to- dos nos hemos vuelto mucho más tec- nológicos, y esto no ha hecho más que comenzar. Smartbuilding, normativa La transformación digital de los edifi- cios empezó hace casi más de cuaren- ta años. Decir que un edificio es Smart , puede ser fácil -el papel lo aguanta todo- pero que sea cierto es otra historia. “Para salir de dudas sobre si un inmue- ble es o no Smart , existen en el mercado certificaciones como Smartscore”, nos explica Rubén Galcerán, Director Office Intelligence de CBRE España. En España no existe una normativa es- pecífica de obligado cumplimiento para los llamados edificios inteligentes, nos explican desde Building Smart Spanish Chapter, Salvador Bohigas y José Gonza- lez . No obstante, para nuevos proyectos “algunos ayuntamientos y determinadas comunidades autónomas sí favorece el uso de modelos BIM en formato IFC”, continúan. En lo que se refiere, a la parte de ‘in- teligencia’ (automatización e IoT), estos mismos profesionales nos aseguran que de nuevo no hay normativa obligatoria, “pero sí está ampliamente difundido el uso de estándares de comunicaciones como Bacnet, Modbus, KNX y MQTT”. Volviendo al certificado Smartscore , este certificado nace “con la ambición de convertirse en un marco de referen- cia para que todos los actores hable- mos de lo mismo, podamos comparar y, sobre todo, podamos poner en valor las inversiones acometidas y el propio activo frente a ocupantes y potenciales compradores”, explican desde CBRE. Este certificado se basa en pilares más ligados al hardware como a la parte soft del edificio. “Se trata de ser reconocido en el mercado por cumplir ciertos crite- rios y no solo porque uno diga que es Smart”, continúa. “La clave está en la gestión (...). Ha- blamos de edificios, de espacios, de personas; un amplio conocimiento in- mobiliario es imprescindible. Sin ese componente, hay riesgo de conver- tir un potencial Smart Building en un showroom de gadgets tecnológicos”, concluye Rubén Galcerán, Director Offi- ce Intelligence CBRE España. En lo que se refiere al BIM, éste modelo no es el futuro es el presen- te. Como conclusión, para Salvador Bohigas y José Gonzalez, de Building Smart Spanish Chapter , “necesitamos gestionar mejor nuestros activos. Hay un gran margen de mejora y una gran oportunidad económica para poder invertir en tecnología y conseguir un buen retorno de inversión. Lo desarro- llado desde el campo IoT y BIM, nos aboca a una transición digital que ya está permitiendo conseguir mejorar exponencialmente, año tras año, la gestión de los activos”.

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