Facility Management and Services 025
ARTÍCULO TÉCNICO FACILITY Services Una calidad del aire interior deficien- te y una ventilación insuficiente pueden provocar dolores de cabeza, somnolen- cia y pérdida de concentración. Unos niveles altos de CO2 también pueden perjudicar la productividad y la función cognitiva de los empleados. La eviden- cia científica sugiere que a niveles de CO2 superiores a 2.000 PPM, ciertas capacidades cognitivas caen en más de un 60%, aparte de la insalubridad e in- comodidad para los ocupantes. En España, se suele poner el foco en temperatura y humedad, pero la calidad del aire interior es mucho más que eso, incluye el CO2, PM2,5 y los compuestos orgánicos volátiles, según los mejores estándares internacionales. Los primeros protegen la productividad y salud en el corto plazo de los emplea- dos, los segundos su salud en el largo plazo: por ejemplo, una exposición pro- longada a las PM2.5 por encima de los 10 microgramos recomendados por la OMS acorta la esperanza de vida en un año por cada 10 microgramos adiciona- les. Más allá de la obligación legal, está la preocupación por la salud y el bienestar de los que trabajan en la empresa. Pero como la mujer del César, no bas- ta con que lo sea, tiene que parecerlo, aquí entra otro elemento fundamental: comunicar con los empleados, clientes y proveedores en tiempo real. Cada vez es más habitual ver en las empresas pan- tallas donde se comparte la calidad del aire en sentido amplio en las oficinas o se incorpora a la aplicación de uso interno. El empleado se siente más protegido y seguro, la empresa desarrolla de forma evidente el Objetivo de Desarrollo Soste- nible número 3: Salud y Bienestar y, final- mente, la cuenta de resultados mejora. Imaginemos una empresa que de forma habitual tenga 1 grado la temperatura desviada, al final del año habrá tenido una pérdida de productividad cuantifica- da de ¡600 euros por empleado! Sostenibilidad, ¿y digitalización? El control en tiempo real permite no sólo la comunicación con ocupantes sino con el BMS del edificio para efectuar correc- ciones en tiempo real de los datos, me- jorando por tanto la seguridad. Hay quien piensa que el BMS ya lo hace. En parte es cierto, pero la reali- dad es tozuda y nos muestra todos los días que normalmente las sondas del BMS no están midiendo la experiencia real del ocupante, el hardware como todo equipo electrónico se desgasta o simplemente el edificio se ha reconfigu- rado y nadie se ha acordado de ade- cuar el BMS. En este sentido, una plataforma de smart buildings es absolutamente com- plementaria al BMS y además permite al gestor del edificio ‘auditar’ el funciona- miento del propio edificio. Nos muestra no sólo cuáles son estos valores, sino que también nos muestra, cuáles debe- rían ser, y cómo esa desviación afecta a los empleados. Vuelta a la oficina optimizando el espacio de la sede: Control de la ocupación y capacidad. Si el modelo de trabajo, a partir de sep- tiembre, es híbrido: ¿por qué pagar por un espacio que no vamos a necesitar? Con el control en tiempo real de la ca- pacidad de las plantas y un sistema de alertas automatizadas, el paso a hot desking es muy sencillo. Y además segu- ro, la monitorización de la capacidad es la mejor manera de asegurarse que los empleados tienen el espacio requerido para mantener la distancia de seguridad necesaria. Gracias al acceso a unos datos precisos, es más fácil entender, controlar y gestionar el uso que se está haciendo del espacio de trabajo. Para tomar decisiones que optimicen las necesidades del espacio que, sin duda, son menores a las actuales es / Segundo trimestre 2021 67
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