Facility Management and Services 018

30 S MART SECURITY ARTÍCULO TÉCNICO L a videovigilancia puede ser utilizada de diversos modos. El más inmediato es la obser- vación en vivo, la monitorización en tiempo real. Sin embargo, tal vez el más usado hoy día sea el modo fo- rense; es decir, se graban las imágenes captadas por las cámaras y, en caso de incidente, se revisan para compro- bar el alcance del incidente, bien para proceder a su investigación y perse- cución de atacantes, así como para corregir procedimientos en situacio- nes futuras, o bien para ambas cosas. A sendos modos de utilización se está incorporando la tecnología del vi- deoanálisis. Se trata de añadir un ca- rácter proactivo donde las cámaras no solo ofrecen imágenes, sino que tam- bién las procesan e interpretan para generar alertas o alarmas que desen- cadenen la respuesta a los incidentes. Ahí encontramos toda clase de aplica- ciones de proceso de la imagen, co- múnmente llamadas algoritmos o ana- líticas, y que de modo más o menos eficiente convierten a cada cámara en una suerte de vigilante virtual siempre atento y activo. De esta manera es ca- paz de informar al equipo de seguri- dad o a los servicios externos contra- tados para que adopten las medidas de respuesta previamente establecidas de acuerdo con las situaciones que se plantean. Este nivel, sin duda más efi- ciente y que reduce costes operativos, es la tendencia que se acoge con ma- yor interés por parte de los usuarios. Sin embargo, analizando ese supues- to reemplazo del vigilante por la video- vigilancia proactiva podemos ya apun- tar algunas importantes diferencias. Uno de los aspectos relevantes de las medidas de seguridad es, sin duda, la capacidad disuasoria. Ahora que ha- blamos con profusión de implantar sis- temas “inteligentes” y que la inteligen- cia se aplica a casi cualquier dispositivo, funcionalidad, procedimiento, sistema o planteamiento (gracias al cielo por hacernos inteligentes), entre los aspec- tos más inteligentes en la protección está sin duda la disuasión. En este sen- tido, no hay duda de que un vigilante de seguridad produce mayor disuasión que cualquier sistema de videovigilan- cia, por visible y eficiente que sea. Es cierto que por desgracia es cada vez menos factible esa opción debido a los costes y condiciones que implica- ría la multiplicidad de vigilantes en la proporción e intensidad en las que hoy utilizamos las cámaras de vigilancia. Elementos de disuasión Pero, ¿qué convierte al vigilante en un elemento más disuasorio que el sis- tema de vídeo? Son muchos los fac- tores, siendo el primero y principal, sin duda, su inteligencia, no virtual, no artificial, puramente humana, ba- sada en la formación y la experiencia y capaz de analizar situaciones com- plejas y de responder adecuadamen- te a cada una de ellas. La tecnología y la inteligencia artificial están intentan- do reducir esa diferencia de capacida- des entre una y otra opción. No obstante, hay algunos otros fac- tores. La cámara de videovigilancia, aunque cada vez más avanzada y ca- paz, basa la interpretación de las si- tuaciones en la información que cap- tura (como lo hace la persona). Pero la cámara solo captura imágenes, y el vigilante añade a esa información la que aporta el sonido. El vigilante ve y escucha. No creo que nadie con- trate un vigilante sordo en casi ningu- na circunstancia. Sin embargo, la ma- yoría de nuestras cámaras carecen de capacidad para recibir sonidos, y por tanto de procesarlos y de reali- zar la interpretación de la situación de modo más completo. Y no es que técnicamente no puedan hacerlo, es- pecialmente hoy día, cuando casi to- das las cámaras son digitales, cámaras IP, con capacidad de conexión de au- dio normalmente por defecto. Es que no se habilitan para ello. En ocasio- nes por un mal enfoque respeto a la privacidad, por la falta de previsión o por la falta de sistemas de análisis del audio no se plantea ni remotamente añadir audio en esta ecuación de se- guridad. Y es posible, viable, no muy caro y ciertamente aporta muchísi- mo. No hace falta explicarles esto a las centrales receptoras de alarmas; ellos sí que aprecian lo mucho que aporta la información que provie- ne de la captación del audio. Porque pueden interpretarlo de modo inteli- gente, por supuesto. Nos estamos perdiendo una cla- ra oportunidad de elevar la efica- cia de nuestros sistemas de vigilan- cia, de aproximarlos a las prestacio- nes de un vigilante humano. Pero ¿au- Alberto Alonso Business Development Manager de Axis Communications ‘Parla’! Hagamos nuestro sistema de vigilancia más inteligente

RkJQdWJsaXNoZXIy MzA3NDY=