Facility Management and Services 16

18 REPORTAJE EFICIENCIA Y Sostenibilidad energética sin necesidad de aportar fondos propios, por lo que puede utilizar estos para centrarlos en su línea de negocio principal (contrata- ción de personal, por ejemplo). Por otro lado, los contratos de rendi- miento energético conllevan de me- dia una duración de casi ocho años, el tiempo que la ESE necesita para recuperar la inversión, por lo que el contrato ha de ser riguroso y mar- car claramente los niveles de servi- cio del cliente. Si además incluimos el departamento de Responsabili- dad Corporativa para hacerse eco de los logros en sostenibilidad, que- da latente que este modelo requie- re de un compromiso global de la compañía y, por tanto, el modelo de rendimiento energético es un todo dentro de la gestión de los activos inmobiliarios”. Continuando con los beneficios de las ESEs, explica Francisco Cone- sa, director de eficiencia energética en ACCIONA Service: “Las Empre- sas de Servicios Energéticos (ESEs) han desarrollado modelos de nego- el modelo de rendimiento energé- tico”, nos explica Martínez Belotto, responsable de Financiación Sosteni- ble de ANESE. “Este modelo va más allá del man- tenimiento, ya que además de cu- brir estas tareas, parte del análisis del comportamiento energético del edificio para optimizarlo, encuentra e instala mejoras de eficiencia ener- gética, opera las instalaciones de for- ma óptima, las mantiene y lo más im- portante, verifica y controla año a año los ahorros energéticos del edi- ficio. Si además se garantizan los aho- rros energéticos por contrato y la in- versión del proyecto la lleva a cargo la Empresa de Servicios Energéticos (ESE), entonces se aplica fielmente el modelo de rendimiento energético puro”, prosigue. Según insisten desde ANESE, Asociación de Empresas de Servi- cios Energéticos, esta estrategia “ya no es aislada”. Este modelo necesi- ta un compromiso financiero y legal: “Por un lado, el propietario puede acometer un proyecto de eficiencia cio que liberan al cliente gestor de in- muebles de las tareas de ingeniería, análisis técnico-económico, financia- ción de inversiones, garantizar aho- rros, gestionar ayudas o subvencio- nes, etc.”. Asimismo, continúa: “Hay empre- sas mantenedoras que han respondi- do perfectamente a la demanda de sus clientes, y han integrado entre sus capacidades las de optimizar la efi- ciencia energética. No obstante, son muy pocas las que pueden decir que además de ser expertos en manteni- miento o en FM, pueden hacer gala de la amplia propuesta de servicios y garantías que puede hacer una ESE. Este binomio está obligado a estan- darizarse”. De igual manera señalan desde CBRE: “Cada vez somos más cons- cientes de la necesidad actual de pre- servar el medio ambiente a través de un consumo energético responsable en cualquier actividad desarrollada. El compromiso hacia un modelo soste- nible, energéticamente hablando, de cualquier actividad profesional, ha de- Modelo de éxito, según CBRE El modelo de éxito a emplear para implementar el servicio de gestión energética se fundamenta a la vez en los siguientes principios: 1) Modelo económico de coste nulo o mínimo para el cliente. No debe ser necesario por parte de nuestros clientes emplear recursos ni invertir en tecnologías para implantar un sistema de gestión energética. La gestión energética debe ser un añadido en el resultado de optimización de costes. La gestión energética debe centrarse en optimizar la operación y mantenimiento de las instalaciones. 2) Beneficio económico basado en el reparto de los ahorros conseguidos al 50%. Modelo de ‘part- nership’ con una orientación al cobro por éxito, anulando los riesgos para el cliente y evitando esa sensación de un coste añadido más a la gestión de los inmuebles. 3) Diseño conjunto del programa de Gestión Energética estableciendo los objetivos de ahorro y la duración del programa para conseguirlos. Se trata de un objetivo estratégico. Ello nos llevará al éxito definiendo correctamente tanto los objetivos de ahorro y los plazos para conseguirlo. 4) Medición fiable de los resultados. En cualquier actividad relacionada con el ahorro energético, nos encontramos con la paradoja de tener que medir algo inexistente: el ahorro energético. Es im- prescindible un convencimiento entre cliente y proveedor de que el método escogido para medir los ahorros es adecuado a la realidad. Por este motivo es recomendable utilizar el ‘International Performance of Measurement and Verification Protocol (IPMVP)’ - Protocolo Internacional de Me- dida y Verificación.

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