El pasado mes de junio asistimos a la presentación oficial del Hospital Fraternidad-Muprespa Habana, cuyas puertas se abrieron al público dos meses antes (en abril), tras recibir de la prestigiosa entidad estadounidense US Green Building Council (Consejo de la Construcción Verde de Estados Unidos), el Certificado LEED Healthcare Platino, la máxima certificación que acredita la sostenibilidad del centro, y la excelencia en el diseño y construcción desde un punto de vista ambiental.
Se trata de un hospital de una Mutua Colaboradora con la Seguridad Social comprometida con la salud de los trabajadores. El Hospital Fraternidad-Muprespa tiene una ubicación privilegiada en el madrileño Paseo de La Habana. Está situada cerca de estaciones de autobuses, de metro, de tren y del aeropuerto. Durante algún tiempo, según nos comentan fuentes del hospital, se barajó acometer este proyecto en un municipio del cinturón de Madrid. Pronto se desterró esta idea, porque la propiedad contaba con una parcela con una localización única que iba a facilitar el acceso a sus ocupantes, factor de vital importancia.
La Seguridad Social es titular del hospital y Fraternidad-Muprespa es responsable de su gestión y mantenimiento, así como el tratamiento integral de los accidentes de trabajo y enfermedades profesionales de los mutualistas, en su vertiente económica, sanitaria, recuperadora y preventiva.
Tienen más de 123.000 empresas asociadas y protegen a más de 1.268.000 trabajadores. Su plantilla supera los 2.000 empleados y disponen de 122 centros asistenciales y administrativos en toda España. “Es decir, una buena infraestructura, un hospital excelente como éste, nos ayuda a gestionar con mayor eficacia y eficiencia los fondos de la Seguridad Social y curar mejor”, asegura Carlos Aranda, director gerente de Fraternidad-Muprespa.
Certificado LEED Healthcare Platino
El nivel de excelencia del hospital es muy bueno en muchos aspectos. “El certificado LEED es uno de los estándares de calidad más exigentes y el único que tiene un certificado especial para hospitales”, explica Pedro Serrera, subdirector general de Sistemas de Información y Servicios de Fraternidad-Muprespa. El organismo que lo otorga, USGBC (United States Green Building Council, Consejo de la Construcción Verde de EEUU) concede un máximo de 110 puntos, en varias categorías. El Hospital Fraternidad-Muprespa Habana ha conseguido 86 puntos, por tanto está claro que hay muy pocas cosas en las que no se ha conseguido el objetivo.
El edificio es ejemplar en cuanto a localización y acceso en transporte público, cerca de servicios básicos. Tiene una superficie de 14.000 metros cuadrados repartidos en cuatro plantas sobre rasante y cuatro bajo rasante. Dispone de 50 habitaciones individuales. El aparcamiento tiene unas 200 plazas -16 para vehículos eléctricos-, y no va a aumentar el efecto isla de calor. En la parcela se ha intentado favorecer la biodiversidad con plantas autóctonas.
Respecto al agua, se ha conseguido un rendimiento ejemplar en la reducción del consumo a través de aparatos sanitarios y griferías. Las plantas seleccionadas no necesitan riego una vez que arraiguen. En el capítulo energético, se trata de un edificio que consume prácticamente la mitad que otro edificio de referencia similar. Se nutre de energías renovables, fotovoltaica y solar térmica. Asume el compromiso de que si hay que comprar energía a una comercializadora, su procedencia sea de fuentes renovables. Si nos fijamos en los materiales, se han reducido los residuos de construcción. Se ha recurrido a materiales con contenido reciclado y también a materiales regionales.
Además, “desde Fraternidad-Muprespa definimos este hospital como máximo exponente de la sostenibilidad, un aspecto que como mutua nos ocupa y nos preocupa, al igual que preocupa a la sociedad en general cada vez de forma más acusada. El cuidado del medio ambiente es una responsabilidad compartida por todos y creemos haber hecho una aportación sólida en este sentido”, insiste Serrera.
El US Green Building Council evalúa diseño, construcción y operación. La parte de operación no se ha certificado, en este caso, porque para ello tiene que llevar funcionando al menos un año. De momento acaban de comenzar el camino: el objetivo era certificar el proyecto y la construcción y está conseguido. ”Este hospital nos ayuda a ser mejores. Hace diez años necesitábamos dar un salto de calidad y lo hemos logrado con la construcción de este hospital, que está pensado para el paciente. Se ha construido con unos elementos tan sobresalientes que, gracias al LEED Platino, ya es una referencia mundial”, aseguran.
Todo está perfectamente diseñado: espacios, equipamiento, circuitos internos… La forma de proteger la salud tiene mucho que ver con las tasas de ventilación, favorecer renovaciones, una calidad del aire interior por encima de lo que pide la norma, que sólo marca un mínimo, etc.
Pensando en las personas
El bienestar de un trabajador o de quien debe ir al hospital empieza con la planificación del trayecto. “Si es fácil y cómodo llegar, si existen diversas opciones de transporte, ya estamos impactando positivamente”, comenta Jorge Orondo, arquitecto asesor para la certificación Leed. “Los usuarios no perciben cosas como que la energía que se está consumiendo es renovable o proviene de una fuente de energía verde, pero sí que el nivel de iluminación es adecuado para la actividad que está realizando, si dispone de vistas al exterior, si el ruido de fuera, por ejemplo, del tráfico, se percibe y, por tanto, molesta… Si estás en una habitación, como paciente o como acompañante se puede regular el nivel de humedad, la temperatura, la intensidad de la luz… cosas que igual no podemos decidir ni en nuestros propios domicilios”, explican.
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