Sin tecnología no podríamos hablar de ciudades inteligentes. ¿Querría explicarnos por qué resulta clave la tecnología para poder hablar de una gestión inteligente?
La tecnología es fundamental por varias razones, que resumiría en tres: gestión de datos, automatización de procesos y participación ciudadana. En primer lugar, las ciudades generan una cantidad muy elevada de datos. Si somos capaces de almacenar, analizar y sacar conclusiones a partir de esos datos, podemos mejorar la eficiencia de muchos servicios. Con los datos se pueden tomar decisiones mucho más fundamentadas. Por ejemplo, podemos obtener datos del tráfico a partir de sensores monitorizados, y llegar a la conclusión de que hay que hacer una planificación urbana distinta, o que hay que cambiar los límites de velocidad. Otro ejemplo podría ser la mejora del sistema de residuos. Gracias a la sensorización de los contenedores, podemos saber cuándo están llenos y vaciarlos solamente cuando sea necesario. Si también tenemos en cuenta los sensores de tráfico, se pueden diseñar rutas mucho más eficientes, recogiendo los contenedores que estén llenos y con la ruta que permita invertir el menor tiempo posible. Son solo unos ejemplos que muestran la infinitud de posibilidades que se nos abre con la aplicación de la tecnología en la gestión inteligente de las ciudades. No obstante, la tecnología es un medio y no es el fin, debemos tener presente que lo realmente importante es -gracias a la tecnología- poder resolver problemas públicos para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y dar una mejor experiencia a nuestros turistas.
El desarrollo de las tecnologías llamadas disruptivas ha impactado de lleno en cualquier ámbito de nuestra vida, en la RECI de hecho hay un grupo de trabajo sobre digitalización e IA. ¿Cuál es su objetivo y qué podría destacarnos de su labor?
Hay varios proyectos en desarrollo dentro de ese grupo de trabajo. Uno de ellos consiste en el análisis del estado del arte de Apps móviles municipales que existen en España. A partir de ese análisis queremos crear una guía de buenas prácticas y recomendaciones para aquellas ciudades que quieran implementar su App, para que tengan la experiencia de otras ciudades de la red. Otro proyecto consiste en la elaboración de una guía sobre certificaciones del Esquema Nacional de Seguridad (ENS), que son garantía de estar cumpliendo los requisitos de seguridad de la información exigidos legalmente. Además de presidir varios comités del CTN178 Ciudades Inteligentes de AENOR, RECI a través de la secretaria técnica que ostento, es colíder dentro del grupo de plataforma de ciudad de la iniciativa U4SCC de ITU. En dicha iniciativa estamos presentes en toda la materia de IA y metaverso que se desarrollan en otros grupos de trabajo.
Además, dentro de este grupo, nuestro socio y coordinador RECI, Ayuntamiento de Valencia, recibió el apoyo tanto de RECI como de la SEDIA, para liderar el proyecto TEF (Testing and Experimentation Facility) que es una combinación de equipamiento físico y virtual, en el que los proveedores de tecnología podrán disfrutar de soporte técnico para probar los últimos desarrollos de software relacionados con la Inteligencia Artificial (IA) y las tecnologías de hardware (incluida la robótica de IA). Se incluirá apoyo para la integración completa, pruebas y experimentación de alto nivel para resolver problemas o mejorar soluciones en un sector determinado. Se centrarán en probar tecnologías maduras basadas en IA y soluciones que se han probado en laboratorios, pero no en entornos reales, como será en este caso. La iniciativa Citcom.ai propone la creación de 3 super nodos. El centro de operaciones del sur que estará liderado por Valencia y que incluye socios de Alemania, Polonia e Italia se complementaría con los TEF del ‘supernodo’ nórdico, liderado por Dinamarca, y el central, liderado por Bélgica.
En la actualidad, ¿cuál es el grado de implantación de las nuevas tecnologías en las ciudades españolas? ¿Cuál es su uso real y en qué labores de gestión resultan relevantes?
Es difícil hacer una valoración general de todas las ciudades españolas, pero desde la RECI tenemos la percepción de que la gran mayoría están dando pasos para hacer un uso inteligente de la tecnología a la hora de gestionar la movilidad urbana, hacer un uso más eficiente de la energía, incrementar la participación ciudadana, mejorar la seguridad pública, tener una estrategia de turismo inteligente o implementar soluciones que monitoreen la calidad del aire y otros factores ambientales. No obstante, para poder tener internamente ese grado de madurez citado, hemos puesto a disposición este año a los socios una plataforma multi-idioma para poder contar con el catálogo de Buenas Prácticas RECI. El acceso al mismo es abierto a través de nuestra web dentro de la sección Observatorio.
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