Hace un año que nos concedía una primera entrevista en la que nos explicaba qué era SEGIPSA. Un año justo de su llegada a esta sociedad mercantil perteneciente al Estado. ¿Qué le gustaría resaltar de este primer periodo en el cargo?
Al cumplirse un año de esta nueva etapa, he de resaltar la variedad de casuísticas que nos hemos ido encontrando en la gestión de los inmuebles, al ser estos inmuebles de muy diversa índole y destino. Todo ello nos ha redundado en mejorar la planificación y organización, y para ello, hemos puesto en marcha un nuevo ERP, que va a suponer en nuestra Organización un gran salto cuantitativo y cualitativo, en la mejora de la información para optimizar la toma de decisiones, encaminadas a ser lo más eficaces posibles. En paralelo, hemos elaborado un Plan Estratégico Integral de Comercialización de Bienes Inmuebles propiedad de SEGIPSA 2023-2025 con el fin de poner en valor nuestro patrimonio inmobiliario.
La gestión de activos inmobiliarios está evolucionando de la mano de la tecnología y de los nuevos conceptos y paradigmas de la propia evolución de las personas. Derivado de todo esto, ¿se han producido cambios en los modelos de gestión de los activos que están bajo su dirección? ¿En qué sentido?
Claramente, ha habido cambios en la gestión de los activos. Nuestra empresa está muy comprometida y somos conscientes de la relevancia de los objetivos de un desarrollo sostenible, para ello hemos priorizado en nuestra toma de decisiones la mejora de la eficiencia energética en inmuebles, impulsando las obras necesarias para conseguir dicho objetivo.
Así mismo, hemos fomentado la reducción de los impactos ambientales asociados a las actividades desarrolladas por la empresa, mediante actuaciones de prevención, reducción, reciclado y reutilización. Prueba de ello, es que nuestro Sistema de Gestión Medioambiental ha sido certificado conforme a la norma UNE-EN ISO 14001:2015 en las sedes de la calle José Abascal, nº 4, 3ª planta y en el Centro de Almacenamiento de Documentación Administrativa (CADA).
A mayor abundamiento, en estos momentos, estamos llevando a cabo la rehabilitación de uno de nuestros inmuebles de oficinas, dando un impulso a la rehabilitación energética y a la disminución del consumo de energía final y de las emisiones de CO2.
Así como, en la última adquisición de un inmueble de oficinas, se tuvo en cuenta que fuera una construcción sostenible, por lo que dicho edificio tiene dos certificaciones, la Certificación BREEAM y la Certificación WELL.
En su opinión, ¿cómo impacta el FM en la gestión de los activos del Estado? ¿Cuál es su modelo de gestión de Facility Management? ¿Apuestan por la integración o es descentralizado, en varios proveedores?
Como ya comentamos en su momento, para nosotros es muy importante el contacto directo con nuestro cliente, que en su gran mayoría es la Administración General del Estado y esa atención personalizada, por lo que claramente apostamos por desarrollar los trabajos más sensibles y estratégicos con personal propio, descartando tener los trabajos de control y gestión de inmuebles descentralizados en varios proveedores.
La cartera de inmuebles continúa siendo muy variopinta y dispersa por la geografía española, por lo que seguimos apostando por nuestro equipo humano, el cual cuenta con una experiencia específica y nos hemos inclinado claramente por mantener ese perfil, lo que nos lleva a una gestión mucho más ágil y cercana.
La herramienta BIM, para el mantenimiento o la rehabilitación de los edificios se va implantando en la Administración. ¿Qué nos puede comentar al respecto? ¿Cuál cree que es su impacto en la fase de explotación y operativa para los Facilites?
La implantación de la herramienta BIM efectivamente es un salto importante de la gestión integral de los inmuebles, pero es a su vez un proceso largo, dado que, si bien es una tendencia clara, supone en ocasiones una labor intensa de investigación y trabajo sobre inmuebles diseñados en épocas pasadas. Por todo ello estamos trabajando cada día en conseguir que dicha herramienta se vaya integrando con el fin de mejorar sustancialmente la vida de los inmuebles.
En este último año, está siendo muy relevante la gestión de los recursos energéticos y la climatización de los inmuebles, por los elevados costes. ¿Qué acciones se están acometiendo en los activos para mejorar la eficiencia y reducir los costes?
En un primer momento implantamos en los inmuebles, que son sedes: calle José Abascal número 4 y en el Centro de Almacenamiento de Documentación Administrativa (CADA), ambas en Madrid, las medidas que aprobó el Gobierno mediante la redacción del PMAEE (Plan de Medidas de Ahorro y Eficiencia Energética) de SEGIPSA conforme a lo indicado en la Orden PCM 466/2022 en la que se especifica, entre otros, que la temperatura no debía estar por debajo de los 27 grados en verano y en invierno no debía superar los 19 grados. Todo ello nos llevó rápidamente a una reducción de consumos energéticos y a unos ahorros económicos. Si bien observamos que estas medidas deben llevar aparejadas una concienciación del personal para que asuman como propio dicho ahorro, evitando pérdidas innecesarias.
Posteriormente, estamos trabajando en un estudio pormenorizado de cada uno de los inmuebles, implantando otras mejoras para reducir el gasto a corto plazo, y, por otro lado, aprovechando la oportunidad que nos da los Fondos Next Generation, detallando todas las obras que se podrían poner en marcha con el fin de reducir nuestro consumo energético.
Respecto a la rehabilitación del patrimonio estatal. ¿Qué obras se están ejecutando y con qué objetivos?
En estos momentos, SEGIPSA colabora, como medio propio instrumental de la Administración General del Estado, en la ejecución del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia financiado con fondos europeos Next Generation, en dos de sus componentes: el C11, de Modernización de las Administraciones Públicas, y el C14, de Modernización y competitividad del sector turístico, que afectarían al patrimonio inmobiliario estatal.
En ese sentido, SEGIPSA, mediante los correspondientes encargos firmados en los años 2021, 2022 y durante este 2023, está, en el caso del C11, ejecutando medidas dirigidas a mejorar el ahorro y la eficiencia energética en inmuebles de la Administración General del Estado, con inversión aproximada de 247 millones de euros, afectando a una superficie total aproximada de 510.000 metros cuadrados de diferentes edificios administrativos, entre ellos, cuarteles gestionados por la Dirección General de la Guardia Civil, edificios del Patrimonio Sindical Acumulado gestionados por el Ministerio de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social o sedes judiciales gestionadas por el Ministerio de Justicia; mientras, que, en el caso del C14, se van a realizar actuaciones para el mantenimiento y rehabilitación del patrimonio histórico con uso turístico, con un inversión aproximada de 130 millones de euros, en edificios tan emblemáticos como los Paradores de Turismo, Biblioteca Nacional o varios Reales Sitios, entre otros.
Ambas actuaciones tienen un claro objetivo económico, por el lado del ahorro, en el caso del C11, y, por el lado del ingreso, en el caso del C14, al ampliar y mejorar la oferta turística, lo que redunda en una mayor actividad económica en las zonas donde se está actuando.
Por otro lado, y dentro de la actividad ordinaria de la Sociedad, seguimos colaborando con el mantenimiento del patrimonio inmobiliario estatal realizando todo tipo de actuaciones, bien sea de obra nueva o rehabilitación y mantenimiento de edificios públicos, a través de nuestros servicios de redacción de proyectos, gestión de la construcción y dirección facultativa, y que, actualmente, afecta a inmuebles de diversos Organismos como pueden, ser, entre otros, el Ministerio de Política Territorial, el Ministerio de Cultura, Puertos del Estado, o el Consorcio de Compensación de Seguros.
¿Cuáles diría que son los retos que tiene para los próximos años?
Nuestro reto principal es avanzar hacia un modelo que mejore el rendimiento de los inmuebles, facilitando su gestión, al mismo tiempo que se reduce el consumo eléctrico y las emisiones. Debemos contribuir a que los edificios sean más eficientes desde el punto de vista energético de aquí a 2030.