Desde la experiencia en su empresa MSI Studio, ¿cuáles cree que son los grandes retos del sector del FM en España para los próximos años? ¿Qué habría que transformar para alcanzarlos?
Sin duda, la digitalización y la transición energética. El facility manager debe poder tomar decisiones “Data Driven”, y para eso es necesario digitalizar el sector, los procesos y la información que se está gestionando. Poder administrar los activos basándose en la información real potenciará la toma de decisiones más asertivas, a la vez que ayudará a entender mejor cómo se está usando el propio activo. Teniendo toda esta información se podrá adecuar mejor la demanda y el consumo del activo y entender qué energía es mejor usar para poder dar el servicio requerido a los usuarios con el mínimo impacto posible.
En MSI Studio, ¿cuáles son las prioridades del FM para anticiparse a los efectos estructurales de la crisis y prepararse para los nuevos escenarios?
Una de las prioridades debería ser la formación. Se deben formar profesionales que estén preparados para dar respuesta a los retos que vienen por delante. Esta formación debe estar enfocada al uso de nuevas tecnologías para la gestión; por ejemplo, entender cómo BIM puede ayudar a la digitalización de la gestión de activos. Además, deberán formarse en aspectos de gestión energética y de administración del ciclo de vida para que las decisiones que se tomen siempre sean enfocadas a mejorar el impacto ambiental del activo.
¿Qué es esencial para concienciar acerca del impacto positivo del FM en el desarrollo de las organizaciones?
Para potenciar el futuro del sector se deben generar casos de éxito donde se demuestre el impacto económico positivo de implementar los procesos digitales que ya se están empezando a imponer en el sector. A día de hoy ya existen casos de éxito que demuestran que el uso de modelos BIM reduce entre un 10 y un 20% los costes de operación; por ejemplo, en la limpieza o contratos de mantenimiento. Sin embargo, a medida que se vayan implementando los procesos digitales, los early adopters tienen la responsabilidad de documentar sus éxitos para que los menos innovadores tomen la decisión de digitalizarse.