Desde su experiencia en Actiu, ¿cuáles cree que son los grandes retos del sector del FM en España para los próximos años? ¿Qué habría que transformar para alcanzarlos?
La sostenibilidad y la eficiencia energética en las oficinas son conceptos prioritarios a la hora de construir, diseñar, equipar y gestionar los espacios de trabajo.
La toma de decisiones de las empresas debe tener en cuenta estos factores desde la selección de proveedores, a los materiales de construcción, el mobiliario y las condiciones del entorno, para asegurar la eficiencia energética y el bienestar.
Esas condiciones abarcan el diseño interior, pero también un estado óptimo de la luz, la temperatura, la humedad y la calidad del aire. Y las tecnologías inteligentes tienen mucho que aportar. En Actiu hemos lanzado Gaia by Actiu, una plataforma que aporta a las empresas el conocimiento necesario para mejorar sus entornos de trabajo, favoreciendo la eficiencia y la salud. Midiendo la concentración de partículas PM25 y PM10 en el aire se sabe cuándo es necesario ventilar más o reducir el grado de ocupación.
La plataforma Gaia permite rentabilizar los espacios y mejorar el ahorro energético y el bienestar de las personas
En su empresa, ¿cuáles son las prioridades del FM para anticiparse a los efectos estructurales de la crisis y prepararse para los nuevos escenarios?
El principal desafío es orientarse hacia las personas. Conseguir que se sientan a gusto y seguras en sus puestos de trabajo; y, al mismo tiempo, adaptar los espacios a la flexibilidad que requiere el día a día. El Facility Management debe seguir prestando atención al aspecto técnico de las instalaciones, pero también debe colaborar con el departamento de Recursos Humanos para enfocar todo su trabajo a las personas y sus necesidades.
La clave es reconvertir los espacios de trabajo y los llamados terceros espacios (hoteles, aeropuertos, etc.) para adaptarse a una realidad de usos híbridos y fluidos, promoviendo bienestar, creatividad, productividad y eficiencia.
La clave no está en la amplitud del espacio, sino en lograr que ese espacio esté pensado para dar respuesta a todo lo que la empresa y su equipo necesita. En ese sentido, nuestra filosofía Cool Working identifica cinco espacios que una oficina puede necesitar: entornos para la privacidad, la concentración, la colaboración, la socialización y el aprendizaje.
Se consiguen, así, espacios que logran trabajadores más felices y, por ende, más productivos. Por ejemplo, el Parque Tecnológico Actiu cuenta desde 2019 con la certificación WELL Platino, que determina el grado de bienestar del interior de los edificios.
¿Qué es esencial para concienciar acerca del impacto positivo del FM en el crecimiento y desarrollo de las organizaciones?
Las empresas deben repensar su entorno y sus metodologías de trabajo para adaptarse a tiempos cambiantes y aportar confort y bienestar. Se trata de ofrecer la mejor experiencia para motivar y atraer el talento, generando un sentimiento de comunidad.
El espacio de trabajo tiene mucho que aportar en la transformación de las empresas. La distribución y la elección del mobiliario debe responder a esa necesidad de flexibilidad y ergonomía certificada y a los requisitos concretos de cada compañía y de cada equipo. Los materiales son especialmente importantes en estos momentos: higiénicos, reciclables y libres de formaldehídos.
Esos entornos permiten a los empleados trabajar de una forma transversal y les brindan la tecnología y las herramientas que necesitan. Esos espacios ágiles tienen un impacto positivo en la retención del personal, la colaboración, la creatividad, la productividad y el bienestar general. Y también en el aprovechamiento de cada metro cuadrado.