Las terribles imágenes y los trágicos datos que nos deja la Gota Fría de Valencia traen recuerdos de otra reciente catástrofe mal gestionada en España. Nos referimos a la pandemia de coronavirus. Hasta marzo de 2020 la prensa nacional repetía sin cesar, en textos entusiastas y triunfales, que la sanidad pública española era la mejor del mundo. Aquel fue el año en que esa fantasmagoría se vino abajo con estrépito. Casi un lustro después, la DANA hace plantearse la veracidad de decenas de artículos que nos aseguraban que Valencia es una Ciudad Inteligente, digitalizada y supermoderna.
Merece la pena recordar que en el verano de 2020 de Valencia fue reconocida como Ciudad Inteligente por la ONU, recibiendo a partir de entonces calificativos tipo «el epicentro mundial de las ciudades inteligentes del futuro«.
La paradoja de las ciudades conectadas pero indefensas
Ya en el siglo XIX, empezó a resultar obvio que la calidad del aire en las zonas rurales era mejor que en las urbanas. Hoy en día, las ciudades de todo el mundo afrontan desafíos que incluyen la contaminación del aire, las temperaturas extremas y las lluvias torrenciales como la DANA de Valencia de octubre de 2024. En el futuro estos fenómenos sucederán con mayor frecuencia debido al cambio climático. Esta tendencia producirá daños físicos y pérdidas económicas imposibles de cuantificar, poniendo en peligro la vida y la salud de las poblaciones de las ciudades.
Una Ciudad Inteligente es capaz de pronosticar un desastre climático
En una Ciudad Inteligente, todo el perímetro urbano puede equiparse con puntos de acopio de datos. Esto crea un Internet de las Cosas (IoT) que instaura una rutina diaria eficiente y sostenible, usando tecnologías digitales para resolver desafíos habituales en las ciudades. Entre otras modalidades factibles, una ciudad digitalizada puede instalar una red de sensores de medición específica —como datos meteorológicos— para detectar con antelación sobrada los indicios de desastres naturales inminentes. Estos sistemas factorizan el entorno geográfico donde se halla la ciudad: proximidad al mar, zona sísmica o ubicación proclive a las olas de calor.
Conectividad en una Ciudad Inteligente
- Monitoreo continuo en tiempo real.
- Detección anticipada de indicios de desastres naturales.
- Alertas y procesos de respuesta automatizados.
- Evaluación posterior para mejorar la respuesta futura.
¿Podemos seguir considerando a Valencia la Ciudad Inteligente Nº3 de España?
En esta revista hemos asegurado, como tantas otras publicaciones, que Valencia ocupa el tercer puesto del Top 10 de las Ciudades Inteligentes de España, después de Madrid y Barcelona. Y la edición del año 2024 del ranking Cities in Motion del IESE asegura que las virtudes valencianas más destacables están en las categorías urbanas de Movilidad y Transporte y Gobernanza. Si no estuviéramos analizando una tragedia colosal, podría incluso parecer una broma.
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