La vuelta al trabajo durante el mes de septiembre en España a menudo trae consigo el temido síndrome postvacacional. Este problema, que puede extenderse durante varias semanas, suele traducirse en una disminución de la productividad y en un esfuerzo por parte de los responsables de las compañías para evitar que esto suceda, especialmente en los edificios de oficinas.
Una de las soluciones que mayor auge ha experimentado en nuestro país en la actualidad, y que menos estaba contemplada en el pasado, es tener en cuenta el impacto que el espacio de trabajo en los edificios de oficinas tiene en el aumento de la productividad y la satisfacción de los empleados.
Por ejemplo, tal y como afirma un informe de Knight Frank, más de la mitad de los negocios encuestados (55%) considera que aumentar el número de espacios colaborativos en los edificios de oficinas es una prioridad. Esta tendencia responde al hecho de que un 62% de los trabajadores valoran la posibilidad de colaborar con sus compañeros como la mayor ventaja de acudir a la oficina.
El crecimiento y reconocimiento de los espacios de trabajo flexible y de coworking en todo el mundo es otra realidad que refleja la apuesta firme por el bienestar de los equipos. En este sentido, David Vega, CEO de Lexington, explica que, “durante los últimos años, la preocupación de los responsables de las empresas por la personalización y versatilidad de sus oficinas se ha disparado. El lugar de trabajo está íntimamente relacionado con la productividad y con la atracción y retención del talento.”
Unido a esto, los expertos han elaborado una serie de consejos de diseño y decoración en oficinas para lograr mejorar la productividad en la vuelta al trabajo.
La disposición, la customización o la iluminación: claves para diseñar una oficina que mejore la productividad
Existen diferentes estrategias según las características particulares de cada empresa, seguir estas directrices contribuirá en gran medida a mejorar la mayoría de ellas:
- Elegir correctamente la disposición del mobiliario: Favorecer la interacción entre los miembros del equipo puede resultar fundamental para aumentar la productividad, ya que mejorará la comunicación y facilitará la colaboración a la hora de realizar tareas.
- Personalizar el espacio: Impregnar el espacio de trabajo con la identidad de marca de la compañía y con elementos que representen su misión y valores tiende a desarrollar una mayor conexión emocional con la empresa. Una forma de reforzar la cultura organizacional.
- Mantener una iluminación adecuada: La luz natural es una de las claves para crear un ambiente de trabajo óptimo, pero existen otros factores muy relevantes a la hora de distribuir la iluminación. Las zonas en las que mayor concentración de actividad hay deben ser las más iluminadas y, a poder ser, que la luz se ajuste a los distintos momentos del día.
- Incorporar elementos naturales: Los materiales naturales como la madera y las plantas aportan calidez y un toque de naturaleza. La vegetación interior puede reducir la concentración de toxinas y aumentar la calidad del aire. Sin olvidarnos de otros aspectos relacionados con eficiencia energética y reducción de residuos.
- Habilitar suficientes espacios de descanso: Los espacios de descanso y las zonas de relajación ayudan a reducir el estrés en las jornadas más demandantes. Tomar pequeños descansos favorece la concentración y, por ende, mejora el rendimiento. De hecho, según una encuesta realizada por Tork, el 94% de los empleados que toman descansos sienten que les han dado una nueva perspectiva del trabajo. Además, la posibilidad de interacción entre trabajadores de diferentes departamentos aumenta la confianza y permite encontrar soluciones creativas a posibles problemas.
Estas son algunas de las claves que utilizan los espacios de trabajo flexible para mantener la motivación de los equipos y ser una alternativa a la oficina convencional. Un modelo que cuenta cada día con más adeptos.
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