Un hospital es un entorno complejo en el que deben organizarse los flujos de varios colectivos: profesionales sanitarios, pacientes, familiares y personal de servicios generales. Es por ello que cobra especial relevancia aplicar todos los medios que tenemos a nuestro alcance para poder ordenar y optimizar al máximo el tránsito interno, y aquí es donde las nuevas tecnologías nos pueden aportar muchas herramientas.
El primer requisito para conseguir la máxima eficiencia del hospital radica en el adecuado diseño de las vías de acceso y tránsito, la distribución de los espacios funcionales y los flujos de personas que se hayan definido en la arquitectura del mismo durante la fase de proyecto, tanto en la construcción inicial del edificio como en sus sucesivas reformas. Un segundo es una correcta, ordenada y clara señalética estática. Y el tercero, sería el entrenamiento adecuado del personal que presta servicios en el hospital. Hasta aquí, recursos tradicionales que cualquier FM incluye en su tool-box.
Pero las tecnologías digitales nos aportan hoy día otros recursos que permiten optimizar las operaciones en entornos hospitalarios y rentabilizar al máximo las inversiones en edificios. Estas tecnologías se agrupan en varias familias:
Un primer conjunto de tecnologías RTLS (Real Time Location System) permiten la localización de pacientes y equipos críticos en zonas quirúrgicas, hospitalización y urgencias. La información de ubicación precisa, transmitida en tiempo real mediante balizas distribuidas en una red mallada, permite alimentar un cuadro de mando de indicadores y análisis de tiempos; y con el análisis de los datos obtenidos, realizar los necesarios ajustes en la dirección de operaciones.
Una segunda familia de tecnologías digitales de ordenación de pacientes, permite organizar el movimiento autónomo de los pacientes entre salas de espera, zonas de radiodiagnóstico y consultas. Los ya tradicionales ‘quioscos de tiques’ que son de obligada instalación en cualquier centro hospitalario, se deben complementar con el montaje de pantallas digitales informativas en todas las estancias que sean punto de destino de pacientes: consultas, salas de curas, boxes de urgencias, cabinas de salas de radiodiagnóstico, etc.; ello permite configurar dinámicamente la información que se proporciona a los pacientes, y también a los profesionales. Esta instalación cobra más valor cuando se realiza una adecuada integración con el aplicativo de historia clínica, en los módulos de ‘admisión’, ‘enfermería’, ‘radiología’ y ‘consultas’.
Como tercer bloque, puede abordarse el desarrollo de la integración con las aplicaciones móviles (App) de los pacientes. La geolocalización -que debe ser autorizada por el paciente en su teléfono móvil- permitirá automatizar operaciones como la confirmación de llegada al centro y la emisión digital de su tique, que se convertirá en una especie de brújula que guiará su movimiento por el centro; una situación óptima en la que ya no serían necesarios los quioscos de tiques. Aquí ya vemos que la propia tecnología avanza a un ritmo vertiginoso, dejando antiguos a los quioscos de tiques antes mencionados, una vez que los pacientes integren en su conducta la utilización de la App.
Por último, mencionaremos el sistema de comunicaciones e interrelación entre los profesionales de apoyo (mantenimiento, limpieza, residuos, cocina, suministros, etc.), basado en herramientas de ticketing digitales, sobre una base de datos de instalaciones y equipos actualizada. El alta de incidencias, la rápida asignación a los profesionales, el registro de los trabajos de distintos oficios y la aplicación de metodologías Lean contribuye a alargar la vida de los equipos. Por supuesto, incorporando el feedback de satisfacción del usuario en todas las operaciones.
Para una adecuada implantación de estas tecnologías es preciso un trabajo conjunto entre las unidades de FM y los equipos de sistemas de información, ya que los primeros son los encargados de las dotaciones y mantenimiento de las infraestructuras necesarias, mientras que los últimos disponen del conocimiento necesario en materia de redes, comunicaciones inalámbricas, movilidad e integración con aplicaciones de back-office.
Y, para que todos los dispositivos hardware y de comunicaciones puedan instalarse, el requisito fundamental es un diseño adecuado de la red de cableado estructurado, así como de un correcto análisis de coberturas inalámbricas.
En todo este proceso de digitalización, no podemos dejar de lado la ciberseguridad como pilar fundamental del mismo, que se hace absolutamente imprescindible en estos hospitales inteligentes, puesto que se incrementa de forma exponencial el número de dispositivos instalados y conectados entre sí, muchos de ellos con información sensible.Las tecnologías de control de acceso a la red (NAC, Network Access Control) tienen un papel fundamental en la ordenación de este nuevo IoT que se despliega en hospitales.
Como consecuencia de la aplicación del conjunto de todas estas tecnologías digitales, se consiguen una serie de beneficios adicionales, más allá de incrementar la eficiencia en el uso de las instalaciones. Éstos son:
a) Aumentar la satisfacción de los profesionales y los pacientes, al desenvolverse en un entorno más ordenado y predecible.
b) Garantizar el cumplimiento de la legislación vigente en materia de protección de datos personales, al utilizar códigos anónimos para ordenar el movimiento de paciente.
c) Ajustar el dimensionamiento de la plantilla a necesidades reales, por la automatización de la información de movimiento de pacientes.
d) Anticipar la información a familiares en tiempo real, en el caso de tecnologías RTLS aplicadas a zonas quirúrgicas y de cuidados intensivos.
En el Hospital Fraternidad-Muprespa Habana hemos tenido ocasión de implantar con éxito estas tecnologías, con un claro retorno de la inversión, un continuo aumento de la satisfacción del paciente y optimizando la eficiencia y sostenibilidad de todo el conjunto de operaciones que son necesarias para el correcto funcionamiento del mismo.