Los expertos son unánimes en cuanto a los retos planteados por el cambio climático. En el informe del Panel Intergubernamental de Cambio Climático de las Naciones Unidas (IPCC) de 2018, se subrayó que nos hallamos en una década crucial para evitar las consecuencias catastróficas de este fenómeno. Según la ONU, los edificios son responsables del 56% de la contaminación en las ciudades, y en España, contribuyen a un tercio del consumo energético total. En este contexto, surgen los smartbuildings, caracterizados por su digitalización e inteligencia, con la capacidad de gestionar de manera eficiente y sostenible estos recursos, con el objetivo de reducir la contaminación e impactar en la reducción del cambio climático.
Estos datos alarmantes que se atribuyen al sector inmobiliario han iniciado un cambio en las empresas a impulsar medidas más ecológicas. Así, DEBOS, compañía granadina dedicada a sistemas operativos para smartbuildings, quiere destacar algunas de las formas en las que los edificios inteligentes contribuyen a la lucha contra el cambio climático:
5G e IOT: sostenibilidad en forma de eficiencia
La característica distintiva de los edificios inteligentes radica en el concepto del Internet de las Cosas (IoT), que abarca un conjunto de tecnologías que conectan diversos dispositivos. Estos dispositivos recopilan y analizan grandes volúmenes de datos con el fin de automatizar sus procesos. En este contexto, la introducción del 5G, con su diseño más eficiente desde el punto de vista energético, se presenta como una solución revolucionaria para el IoT. Esto se debe a que posibilita la conexión de un mayor número de dispositivos a velocidades más rápidas, al tiempo que reduce la huella de carbono asociada con la transmisión de datos.
Algunos de los dispositivos de Internet de las Cosas (IoT) más frecuentes en los edificios inteligentes incluyen sistemas para gestionar el suministro de agua, medir la energía, controlar la iluminación e incluso enchufes inteligentes, también conocidos como smart plugs. Todos estos dispositivos operan de manera automatizada. Su enfoque se centra en lograr un mayor control y regulación remota del consumo energético.
En consecuencia, esta mayor conectividad ampliará el acceso a la información de los edificios inteligentes, permitiendo incluso un consumo de energía inferior al que generan y una mayor eficiencia, contribuyendo a la disminución del cambio climático.
Regulación de la climatización
Los sistemas de calefacción y refrigeración de los edificios consumen, en muchas ocasiones, más energía de la necesaria, ya sea en invierno o en verano cuando las temperaturas se vuelven más extremas. En este contexto, el edificio digitalizado incorpora sensores inteligentes que permiten la adaptación automatizada de los sistemas de climatización a las condiciones del momento. Esta característica distintiva de los smartbuildings se presenta como fundamental no solo para disminuir los gastos energéticos, sino también para mitigar la huella de carbono.
La IA: un gran aliado de los smartbuildings
La combinación de Inteligencia Artificial, aprendizaje automático y smartbuildings constituye una sinergia ideal para mejorar significativamente la sostenibilidad de los edificios. Estas tecnologías, integradas en los dispositivos IoT distribuidos en todo el edificio, posibilitan la creación de patrones predictivos para automatizar los procesos del smartbuilding. Un ejemplo ilustrativo es la capacidad de anticipar patrones meteorológicos y cambios climáticos, permitiendo que los dispositivos se ajusten de manera continua a las condiciones ambientales previstas.
Ignacio de Martín, CEO de DEBOS, afirma lo siguiente: «Aunque aún nos enfrentamos a un largo camino para alcanzar el objetivo del Acuerdo de París de limitar el aumento de la temperatura a menos de 1,5 grados para 2050, la solución para reducir las emisiones de carbono está clara: la tecnología y la digitalización. Conscientes de que los edificios son responsables de una parte significativa de estas emisiones, en DEBOS reconocemos la necesidad de transformarlos para que contribuyan a un medio ambiente que realmente mejore la calidad de vida de las personas».
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