Hace unos meses hablábamos aquí de la expresión Facility Management, que en nuestro país por algún motivo no se ha traducido nunca y se emplea en inglés. A más de un lector quizá le extrañe como a nosotros que no exista un término español para referirse a un sector cada vez más potente y protagonista. Pero vayamos por partes. Primero tendremos que explicar el significado del sector altamente tecnificado donde opera el Facility Manager, tanto en España como en el resto del mundo.
La ciudad inteligente del Facility Management
El Facility Management define la administración de las tecnologías y servicios que garantizan la actividad segura y altamente eficiente de las actuales ciudades y sus poblaciones en constante aumento. El término alude a la gestión total de las infraestructuras urbanas. En sus inicios la profesión era una labor de intendencia personal de un edificio o varios, pero la expansión de la actividad tuvo tal alcance que el sector en su dimensión actual engloba también las zonas e inmuebles de uso público. Un buen exponente de esta multifuncionalidad son las ciudades inteligentes y su eje principal, los edificios inteligentes, que exigen una atención especializada. El Facility Manager debe emplear sus aptitudes singulares en escenarios cada vez más digitalizados que requieren una capacidad altamente resolutiva y funcional.
El Facility Manager: profesión puntera y desconocida en España
En la era de la revolución informática, un Facility Manager rebasa con creces aquellos comienzos en el último tercio del siglo pasado como gerente o intendente de los servicios generales de un edificio o negocio. En origen era una figura muy común en las empresas, desde las pymes hasta las multinacionales, donde era muy valorado su papel de ‘persona orquesta‘. El amplio abanico de funciones que abarcaba incluía desde la responsabilidad del buen funcionamiento de la calefacción y la electricidad, hasta la intendencia de la fotocopiadora, la máquina de café y la limpieza de los aseos.
Hoy un Facility Manager sobrepasa hasta tal punto aquellos orígenes que casi parece difícil relacionarle con ellos. Las responsabilidades de un FM incluyen la gestión de la propiedad inmobiliaria de una compañía, la optimización del espacio disponible y el acondicionamiento de una nueva oficina. Su trabajo es fundamental, porque maneja la segunda partida de gastos más elevada, después de la nómina. A medio plazo, los retos del Facility Manager español son la digitalización, la sostenibilidad, la accesibilidad y los nuevos modelos de trabajo en la era de la pospandemia.
El edificio como un organismo vivo que administra el Facility Manager
El edificio actual es un ente vivo, con una existencia orgánica, que da servicio a las variadas funciones para las que se concibió y cubre otras necesidades que van surgiendo sobre la marcha. Cada edificio inaugura una fase que arranca cuando termina la obra y empieza su vida propiamente dicha. Todo cuanto sucede a partir de la inauguración del inmueble es gestionado por el Facility Manager.
Cada vez priman más las labores de mantenimiento y rehabilitación, la administración de los cometidos del edificio y la optimización de los espacios de trabajo a los requisitos. La gestión eficiente y funcional de los edificios y sus servicios (espacios, limpieza, aire acondicionado, consumo energético, tecnologías) para potenciar la interacción entre los usuarios y las edificaciones es la meta del Facility Management.
Formación académica para una carrera en auge
A comienzos de este siglo tal vez fuera reducido el grupo de personas que supieran lo que es el Facility Management, pero hoy es una carrera cada vez más valorada y sus profesionales cada vez más reclamados por las empresas de ámbitos relacionados con la arquitectura o el sector inmobiliario. Los Máster en Facility Management y Gestión de Activos y los cursos de posgrado como Facility Manager pueden estudiarse en un grupo cada vez más amplio de universidades españolas, como la Universidad Politécnica de Madrid, la Universitat Politècnica de Catalunya, la UNED, la Universidad Europea, La Salle International Graduate School y el INESEM, por citar solo algunos centros de nuestro país.
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