El año que llevamos de pandemia ha afectado a todos los ámbitos de nuestra economía en mayor o menos medida. Precisamente, uno de los más afectados ha sido el de la inversión en el sector inmobiliario español. Según cifras provisionales de CBRE Research, firma internacional en consultoría y servicios inmobiliarios, estas fueron de 1.600 millones de euros en el primer trimestre del año. Se trata de un 60% menos que en el mismo periodo de 2020, cuando registró la cifra récord de casi 4.000 millones de euros.
“Como está sucediendo en gran parte de los países europeos, el mantenimiento de las restricciones a la actividad y la movilidad en las primeras semanas de 2021, junto con el lento avance de las campañas de vacunación, está retrasando la reactivación de la economía, a expensas de la recuperación del gasto y del turismo”, afirma Lola Martínez Brioso, directora del departamento de Research de CBRE España, quien continúa: “En este contexto, los datos preliminares del primer trimestre apuntan a un descenso del 61% comparado con mismo periodo de 2020”.
En los últimos 12 meses (desde el 1 de abril de 2020) el volumen de inversión ha alcanzado los 7.200 millones de euros. Es un 50% menos que en los 12 meses anteriores. Ahora bien, según CBRE Research, son cifras que duplican y hasta casi triplican las alcanzadas en el arranque de los años entre 2010 y 2013.
Inversión en el sector inmobiliario por sectores
- Multifamily (residencial en alquiler y residencias de estudiantes). Sigue ampliando distancias frente al resto de segmentos. Con más de 736 millones de euros invertidos en el primer trimestre, supone un 42% menos que en los tres primeros meses de 2020.
- BTR. Concentró 369 millones de euros, un 11% por encima del primer trimestre 2020. En palabras de Martínez Brioso, “continúa el gran interés de los inversores por suelo para desarrollo de BTR. Esto es así ante la falta de producto terminado y alquilado y el auge del segmento de alquiler”.
- Retail. La inversión ha sido de alrededor de 75 millones de euros, por debajo del primer trimestre de 2020. Según los datos de CBRE, la mayor actividad, en línea con lo observado en los últimos meses de 2020, sigue registrándose en el sector de los supermercados.
- Oficinas. La inversión llegó a los 280 millones de euros. De esta forma, es otro de los sectores que acusa mayores diferencias en cuanto a comparativa interanual se refiere. Eso sí, también ha registrado un volumen inferior a los dos trimestres anteriores, según CBRE. “Después de varios meses en los que ha habido pocos procesos de venta de activos observamos cierta reactivación en ellos”, comenta Martínez Brioso. Esto se traduciría en transacciones que podrían cerrarse antes de que acabe el año. “El producto bien ubicado y con ingresos estabilizados tiene una alta demanda y mantiene precios elevados. Así lo demuestran las agresivas ofertas no solicitadas puestas sobre la mesa. No obstante, ante la falta de alternativas de inversión que produzcan retornos mayores y seguros, el interés por vender estos activos es bajo”, añade.
- Logístico-industrial. El volumen de inversión en el primer trimestre se situó en torno a los 150 millones de euros. Se trata de una cifra modesta a la espera del cierre de grandes operaciones en los próximos meses. “El apetito por parte de los inversores por el sector logístico sigue siendo muy alto, también en naves logísticas de proximidad o última milla. Ahora bien, hay falta de producto de calidad construido y alquilado en todos los focos logísticos importantes del país”, sostiene Martínez Brioso.
- Hoteles. La inversión alcanzó los 273 millones de euros, una cifra ligeramente superior al volumen transaccionado en el primer trimestre de 2020. Entre las operaciones más relevantes destaca la compra del Hotel Edition en Madrid por 205 millones de euros.
A pesar de estas cifras, desde CBRE Research siguen pensando que la segunda mitad del año debería marcar el punto de inflexión. “Sobre todo, a raíz de que la confianza vaya retornando, gracias al cada vez mayor porcentaje de población inmunizada; y a medida que las restricciones a la movilidad y a la interacción social vayan relajándose”, concluye Martínez Brioso.
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