El hecho de que las temperaturas ya estén descendiendo, además de la subida del precio de la energía provoca que sea recomendable realizar una revisión de los aislamientos de la vivienda para que la factura de la luz y el gas no se eleve más de la cuenta. Dado que la calefacción supone la mitad del gasto energético de una vivienda, es necesario además de revisar los aislamientos de la casa, tomar algunas precauciones para tratar de mitigar el impacto en la factura de la luz y el gas, las más caras de todo el año.
En ese sentido, AFELMA, la Asociación de Fabricantes Españoles de Lanas Minerales Aislantes quiere advertir de que un buen aislamiento térmico es la mejor forma de hacer un uso eficiente de la energía, pudiendo rebajar así la factura de la luz en más del 50% en muchos casos. En este sentido, la asociación destaca que las lanas minerales son un eficaz aislante térmico. El más usado en la UE, con una normativa térmica más exigente que la española.
Aislamiento de paredes: fachadas exteriores e interiores
Por las paredes se pierde hasta un 35% de la energía y, para evitarlo, se pueden aislar por el interior y por el exterior, siendo la segunda la más efectiva, aunque a veces más difícil de llevar a cabo. En este sentido, el Sistema de Aislamiento Térmico por el Exterior (SATE) destaca entre las opciones de aislamiento térmico de fachadas con el que se aplica un revestimiento en el exterior. Este se protege con un mortero y se aplica un acabado final que se ajusta al estilo del inmueble. Las lanas minerales van cobrando protagonismo en estos sistemas porque al aislamiento térmico se suma el aislamiento acústico y la protección contra el fuego al ser incombustibles.
Junto al ahorro energético, entre sus principales ventajas está el cuidado del medio ambiente, el confort, la impermeabilidad, una buena relación calidad – precio, y la gran variedad de colores y texturas, entre otros.
Aislamiento del tejado
El tejado también es un punto clave de escape de calor y hay múltiples técnicas para solucionar estas pérdidas energéticas, siendo la lana mineral la recomendada por AFELMA, ya que no sólo proveen de un eficaz aislamiento térmico a partir de materias primas naturales, sino que ofrecen un mejor aislamiento contra el ruido y refuerzan la seguridad frente a incendios.
Aislamiento de puertas y ventanas
Los cerramientos de la vivienda son zonas de escape de energía clave que deben revisarse con cierta periodicidad. Por ello, entre las soluciones más sencillas y asequibles encontramos la colocación de burletes o el sellado de los huecos en marcos con silicona.
Si buscamos una opción más efectiva, aunque también con mayor coste, podríamos considerar la sustitución de las ventanas por unas de doble vidrio con rotura de puente térmico.
Además de las puertas y ventanas, debemos considerar otros puntos como las persianas. Estas también suelen presentar huecos que deben sellarse para evitar pérdidas energéticas.
“La realidad es que la mayor parte del parque de viviendas existente en España es energéticamente ineficiente. Un buen aislamiento térmico es la mejor forma de hacer un consumo eficiente y reducir el importe de la factura energética sin alterar los hábitos de vida. La energía más limpia y barata es justamente aquella que no se consume”, señala el presidente de Afelma, Oscar del Río.
En España, el correcto aislamiento de una vivienda media puede suponer un ahorro de energía primaria de casi 4.000 Kwh/año, es decir, alrededor de 200 euros menos en la factura energética de las economías domésticas. Una inversión amortizable en menos de 5 años. Por eso, es recomendable acometer trabajos de rehabilitación en las viviendas para aislar de manera eficiente para incidir en el ahorro energético, lo que también ayudaría al 10% de los hogares españoles que sufre pobreza energética, ya que la rehabilitación es clave para lograr una mayor eficiencia.
Además estas medidas no solo son importantes para afrontar el invierno, un buen aislamiento también ayuda a protegernos del calor en verano y aportará un mayor confort y calidad de vida.
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