La pandemia, el confinamiento y la prevención ante los contagios han obligado a millones de personas a trabajar desde sus casas, acelerando el teletrabajo. Por eso, entre las principales tendencias en el trabajo, empiezan ahora a sobresalir los espacios híbridos. Es un formato que mezcla usos para crear espacios más flexibles y saludables centrados en las personas.
Así lo pone de manifiesto Actiu, empresa especializada en diseño y fabricación de soluciones para espacios de trabajo y hospitality. “Trabajar en híbrido es una tendencia y realidad”, afirma la consejera y directora de Reputación de Marca de la empresa, Soledat Berbegal. Y añade: “Muchas tareas administrativas y de gestión podrán ser en remoto. Sin embargo, cocrear, desarrollar un producto o servicio, así como impulsar la creatividad de equipo requieren cierta presencialidad. Eso sí, cada vez se potenciarán más los proyectos y resultados, aportando responsabilidad, libertad y más confianza al empleado. Y el bienestar también contribuirá al desarrollo personal y a la presencialidad a través del diseño y el equipamiento de los espacios”.
Para apoyar esta afirmación, varios estudios realizados por Actiu durante 2020 revelaron que el 77% de los encuestados afirmaban que la parte más negativa del teletrabajo era la pérdida de la socialización y de las relaciones personales. Quizá, por ello, el 73% de encuestados prefería volver a su entorno de trabajo en la empresa, aunque teletrabajando algún día a la semana. De igual modo el 55% afirmó haber tenido o conocer a alguien con problemas y molestias asociadas al uso de un mobiliario no adecuado fruto del teletrabajo improvisado.
Tendencias en el trabajo: oficinas agile
Ahora, por tanto, las oficinas empiezan a apostar por una mayor flexibilidad, espacial y de gestión. El objetivo es generar valor añadido a través de la experiencia de usuario y del bienestar corporativo, que motivan al trabajador a ir a la oficina, donde el diseño desempeña un papel fundamental.
Así pues, el enfoque es mucho más experiencial. La gente quiere poder elegir dónde trabajar según la tarea o el momento vital. Y es aquí donde surge la filosofía “agile”, según los responsables de Actiu. Un cambio de cultura empresarial que, primando los proyectos y los resultados, aporta autonomía, libertad y flexibilidad. Y todo ello impacta directamente en el diseño de los espacios corporativos, optimizándolos y rentabilizándolos con soluciones de equipamiento adaptables y polivalentes.
Flexibilidad y transversalidad
Y en este contexto de realidad híbrida y constante cambio, la flexibilidad y la transversalidad se convierten en factores clave. El trabajo ya no estará asociado a una única ubicación, sino a un ecosistema de localizaciones que permitirá trabajar desde, cómo y cuándo se necesite. Entornos más humanos, seguros y personalizados, definidos por la tecnología, la sostenibilidad y un diseño y equipamiento polivalente. Y todo ello reconfigurable y versátil para optimizar y rentabilizar al máximo el espacio disponible.
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