El Parque Tecnológico de Actiu conmemora su décimo quinto aniversario como referente de arquitectura sostenible y saludable. El complejo acoge las oficinas y las instalaciones industriales de Actiu en Castalla (Alicante), fabricante de mobiliario especializado en soluciones para espacios corporativos y contract. En 2019, esta edificación obtuvo los certificados Leed Platino de arquitectura sostenible y WELL Platino, que mide el bienestar del interior de los edificios.
Impulsado por Vicent Berbegal, este complejo tiene 200.000 metros cuadrados. Se inauguró en noviembre de 2008 y fue diseñado por el arquitecto Tomás Llavador Arquitectos e Ingenieros como un edificio amable con sus trabajadores y respetuoso con el medio ambiente.
Instalaciones fotovoltaicas y apuesta por la repoblación
La orientación de los edificios aprovecha la luz natural. El agua de lluvia se recoge a través de un sistema de viga canalón diseñada en cubierta. Su almacenaje posterior se realiza en depósitos subterráneos de más de 12.000 metros cúbicos. Estos abastecen el consumo industrial y de riego del parque. Las instalaciones fotovoltaicas generan 7.000.000 kWh/ año, seis veces más que las necesidades del mismo. De este modo evitan emitir a la atmósfera 8.300.000 kg de dióxido de carbono (CO2) al año.
Además, la intervención fomenta la vegetación y la biodiversidad, en una clara apuesta por una repoblación arbórea de miles de especies diferentes y 5.000 plantas autóctonas. “La conexión con la naturaleza y con el entorno es uno de los pilares de Actiu. La compañía nació como un pequeño taller de muebles en Castalla. Ahora tenemos cerca de 400 empleados, varias naves industriales y somos el primer fabricante de mobiliario profesional de España. El Parque Tecnológico de Actiu ya nació enfocado al diseño sostenible. Este valor lo trasladamos a nuestra arquitectura, a nuestro interiorismo y a nuestros productos, la mayoría de los cuales cuentan con el sello de ECOdiseño”, asegura la consejera y directora de Reputación de Marca, Soledat Berbegal.
Esa arquitectura sostenible y saludable logró el sello LEED Platino que concede el US Green Building Council. A este reconocimiento hay que sumarle el de la certificación WELL v2 Platino que otorga por el Well Building Institute (IWBI). Esta determina el nivel de bienestar físico y emocional del interior de los edificio. Mide también parámetros como luz, agua, materiales y movimiento, entre otros.
Las instalaciones de Actiu conectan la arquitectura y el diseño, dos mundos que comparten valores y sensibilidades. La apuesta por la decoración biofílica, la luz natural de los espacios y los colores que se generan a partir de una iluminación cuidada favorecen entornos agradables y saludables. Esto propicia la motivación, la creatividad y el bienestar de los trabajadores.
Otras acciones que forman parte del plan de salud y bienestar de la empresa en favor de los empleados son la instalación de puntos de agua a menos de 30 metros de cualquier zona de trabajo, la disposición de fruta fresca gratis a diario o la implementación de un entrenador personal que impulsa la práctica deportiva. El resultado de este proceso transformador es que los empleados se sienten a gusto en el espacio en el que trabajan.
Optimización de materiales
Esos mismos valores guían Second Act, la filosofía corporativa sostenible de Actiu, un marco de trabajo que parte del Parque Tecnológico de Actiu. Este abarca la apuesta por el ecodiseño en todos sus productos de mobiliario profesional, los materiales sostenibles y la reciclabilidad de sus piezas.
La transformación empresarial e industrial auspiciada por Second Act originó la reorganización de los procesos productivos con la nueva planta de tableros Actiu 7 y la redistribución y sensorización de las Naves 1 y 2 para reducir el consumo energético un 70%.
En el último año, además, se optimizó el uso de los materiales. Se sustituyeron las cantoneras de poliestireno por cartón 100% reciclado, se eliminó el corcho y se cambió por panel alveolar. Además, se optó por el metal inyectado y extrusionado, y se redujo la temperatura de 220º a 190º en el proceso de pintura para ahorrar material y emisiones.
También se aprovecharon los excedentes textiles de los procesos de tapizados. Con ellos se creó una línea de accesorios como neceseres y bolsos. De este modo, se favoreció la energía circular y el kilómetro cero en la Foia de Castalla (Alicante), lugar donde se ubican las instalaciones de Actiu.
Fomento de la economía circular
Fluit es el producto que culmina la estrategia de economía circular de Actiu, su primera silla 100% sostenible. El 70% del material empleado es plástico reciclado y certificado, creado a partir de cajas del sector agrícola. La fibra de vidrio supone el 30% restante del material y también es reciclada. En su embalaje, se emplean cajas de cartón con tintas al agua. El film alveolar, por su parte, se crea con un 15% de material reciclado y es 100% reciclable.
Además, el tejido Felicity del fabricante Gabriel, que Actiu utiliza en sus procesos de tapizado, se crea a partir de botellas sacadas del fondo del mar. Siete botellas de plástico equivalen a un metro cuadrado de tela. Actiu emplea, a su vez, fieltro fonoabsorbente fabricado también a partir de botellas de plástico. Con este crean paneles acústicos que disminuyen el ruido de los espacios compartidos.
En los últimos dos años, el proceso de economía circular ha incorporado productos sostenibles. Entre ellos, melamina o acero, que minimizan las emisiones de CO2 en el transporte y procesamiento; madera con certificación FSC de Cadena de custodia; y aluminio 100% reciclable y procedente de la industria automotriz. Desde el punto de vista del reciclaje, gran cantidad de los aceros empleados se reciclan, al igual que el aluminio. Los cartones utilizados para el embalaje también son reciclables y reciclados, mientras que las bolsas son compostables.
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