Desde hace apenas cinco años, la desconexión digital es un derecho básico para los trabajadores, en respuesta a la universalización de dispositivos electrónicos —móvil, tableta, portátil— que propicia el envío de tareas fuera del horario de trabajo. Para regular este nuevo paradigma global, el derecho a la desconexión digital tiene por objetivo salvaguardar el descanso como atribución laboral reconocida jurídicamente a todo trabajador.
En efecto, la noción del derecho a la desconexión digital es una novedad relativamente reciente. La rampa de lanzamiento fue la pandemia, circunstancia crítica que cambió para siempre el modelo laboral con el requisito sanitario de incorporar el teletrabajo y la flexibilidad. En un escenario global de una deslocalización laboral cada vez más difundida y aceptada, esta normativa cobra un protagonismo cada vez mayor. No en vano avanzamos hacia un futuro de ciudades inteligentes pobladas por ciudadanos que deben interactuar con la tecnología de manera satisfactoria, efectiva y viable.
¿Existe una ley de desconexión digital?
No existe una ley específica de desconexión digital como tal. Pero aluden este nuevo derecho laboral varios relevantes textos jurídicos españoles.
- Constitución Española (CE). El artículo 18.1 garantiza el derecho al honor, a la intimidad personal y familiar y a la propia imagen. De manera más delimitada, el artículo 18.4 consigna proclamar limitar el uso de la informática para mantener el honor y la intimidad personal y familiar de los ciudadanos y el pleno ejercicio de sus derechos.
- Estatuto de los Trabajadores (ET). En el contexto de la regulación laboral, este ordenamiento defiende en su artículo 20 bis los derechos de los trabajadores a la intimidad con respecto al ámbito digital y la preceptiva desconexión.
- Ley de Protección de Datos (LOPD). De modo manifiesto y explícito, su artículo 88 protege el derecho de las personas trabajadoras a la desconexión digital, a fin de garantizar, fuera de la jornada laboral legal o convencionalmente establecida, su tiempo de descanso, permisos y vacaciones, así como su intimidad personal y familiar.
Beneficios laborales de la desconexión
- Promover la salud física y mental. Reducción de la ansiedad laboral y de trastornos sicosociales como el estrés y depresión inherentes a nuestro tiempo
- Reforzar la seguridad laboral, mitigando los riesgos laborales debidos al cansancio y también limitando las ocasiones para el acoso en el trabajo.
- Incrementar la productividad. Un empleado reposado y tranquilo eleva el rendimiento de su labor.
- Conservar el talento. Hoy día la conciliación es un factor más apreciado que el sueldo. La desconexión digital servirá al empresario para captar y afianzar a los profesionales cualificados.
- Disminuir el absentismo. Una plantilla satisfecha redunda en una optimización de la imagen corporativa.
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