El envejecimiento de la sociedad, la dependencia y la calidad de vida que tendremos cuando seamos mayores son los principales retos a los que nos enfrentamos como sociedad. Cada vez son más las personas que viven con cercanía y angustia dónde y cómo pasarán su vejez, uno de estos colectivos es el conocido como Baby Boomers.
Nos referimos a un colectivo que, si es posible, desea continuar viviendo como ahora durante su vejez o cuando desarrolle algún grado de dependencia. Sobre este tema trata el II Barómetro Grup Efebé 2021, dónde y cómo queremos vivir cuando seamos mayores que ha presentado Grup Efebé, empresa especializada en el diseño, adecuación y equipamiento de espacios, y que tiene como propósito investigar y reformular la actual oferta de soluciones residenciales para la tercera y cuarta edad.
La investigación de Grup Efebé ha sido realizada por la consultora Táctica Investigación Estratégica, con la colaboración de la Facultad de Ciencias de la Salud de Blanquerna, sobre una muestra de n797 personas, de entre 40 y 70 años (colectivos de las generaciones Baby Boom y X, que son las nacidas entre 1950 y 1980), todos ellos de municipios españoles de más de 200.000 habitantes. El estudio ha trabajado en dos variables, preguntando cómo y dónde querrían vivir cuando alcanzasen la horquilla de edad de entre 75/80 años y también cómo y dónde querrían hacerlo si desarrollaban algún tipo de dependencia.
El actual modelo de residencia no convence
Antes de entrar en qué tipo de espacios y entornos son los preferidos, el II Barómetro Grup Efebé 2021, dónde y cómo queremos vivir cuando seamos mayores, nos presenta algunas conclusiones:
Para un 78% de los encuestados, el actual modelo de ‘Residencia para mayores’ no cumple con sus expectativas de espacio donde aspiran a vivir a partir de sus 75/80 años o en cuanto desarrollen algún grado de dependencia. Además, en una escala de 1 a 5, siendo 1 nada satisfactorio y 5 muy satisfactorio, el valor medio del actual modelo es claramente insatisfactorio con una valoración media de 2,64 y siendo el aprobado el 4.
Del mismo modo, un 84% de los encuestados asegura estar convencido de que sus hijos no podrían cuidarle; y un 96% no quería ser una carga. Consecuencia de ello, un 69% afirmó que “mis hijos preferirán que sufrague mis gastos con mi patrimonio, aunque no les pueda dejar nada en herencia”, rompiéndose así la tradición u obligación de dejar algo en herencia al hijo a cambio del cuidado del progenitor.
En tercer lugar, un 68% de los encuestados quería seguir viviendo en su casa con un mayor o menor nivel de contratación de asistencia sociosanitaria o doméstica en el propio domicilio o incluso asistiendo al Centro de Día. Solo un 2% de ambos colectivos (75/80 años o de mayor con dependencia) defendía ir a vivir a casa de la familia.
En este apartado, cuando se plantea la hipótesis de una posible toma de decisión de cambiar de modo de vida y optar por no seguir viviendo en el propio y actual domicilio, a partir de los 75/80, sólo un tercio (34%) plantea como probable esta posibilidad, un 47% lo ve muy difícil, y 19% se cierra en banda. Aquellos que ven viable abandonar sus domicilios señalan que el nuevo espacio debe tener claras ventajas en su calidad de vida.
¿Cómo queremos sentirnos de mayores?
Antes de empezar a visualizar dos concepciones diferenciadas de espacio/entorno y modelo residencial, el II Barómetro de Grup Efebé preguntaba cómo querían sentirse de mayores.
Para los de entre 75/80 años la prioridad es sentirse autónomo, autosuficiente y capaz (66%); vital, animado, alegre (56%) y seguro, estable y sin riesgo (52%). Esto conlleva a que en este colectivo cuando se demandan nuevos espacios residenciales, apuesta por un equilibrio entre variable de espacio y servicio, siendo la primera prioridad contar con un espacio privado íntimo y personal.
Para los dependientes, la prioridad es sentirse cuidado, atendido, ayudado (71%); apreciado querido, estimado (43%) y seguro, estable y sin riesgo (52%). Estos dan un mayor énfasis a las variables de servicio, siendo su primera prioridad los servicios profesionales de cuidados sanitarios.
¿Qué debe ofrecerme el vivir fuera de casa?
El Barómetro realizado por Grup Efebé también señala que, para que los colectivos encuestados (personas de entre 75/80 años o con algún grado de dependencia) dejen su domicilio, es necesario proponer alternativas de modelos que sean convincentes y capaces de vencer el apego al propio espacio vital, abandonar el hogar, el espacio propio y lleno de recuerdos.
En ambos casos la fórmula preferida, en un posible cambio de modo de vida y cambio de residencia, se concentra en la fórmula ‘apartamentos asistidos’ (59%), que junto a la opción vivienda (casa o piso) compartida y autogestionada con amigos (26%), deja la opción residencia para gente mayor en un residual (14 %).
Si bien la muestra compara dos expectativas de nuevos espacios residenciales y vivenciales muy diferenciados (sin y con dependencia), se dan ciertas coincidencias de base en el entorno: coinciden en que prefieren vivir en pareja (59% – 69%); convivir con gente mayor de la misma generación o + 10 años (58% – 72%); poder convivir con un animal doméstico (70% – 63%); tener una actitud participativa en la organización, incluso en la toma decisiones, o implicarse en alguna actividad o tareas en los centros, como voluntarios (59% y 64%). En último lugar, prima el deseo de residir en casco urbano de poblaciones pequeñas, en pleno entorno natural (69%-70%) y rodeados por espacios verdes, sin grandes desniveles para poder salir a pasear (62%-73%).
Un espacio/entorno distinto si se es o no dependiente. En la última parte del II Barómetro Grup Efebé 2021, dónde y cómo queremos vivir cuando seamos mayores se perfilan dos modelos diferentes en relación con el entorno y el tipo de implicación que se desea mantener en este nuevo espacio:
El colectivo 75/80 años prefiere un entorno convivencial más reducido en número de residentes, con unidades formadas por un máximo de 12 personas en total. Buscan conseguir una apertura a convivir en comunidades intergeneracionales que integren gente joven, familias y gente mayor.
Espacios que estén cerca de centros cívicos, casales, ofertas de ocio y de servicios esenciales, como farmacias y CAP.
El colectivo dependiente busca un entorno convivencial con un mayor número de residentes, más de 20 personas y que estén más focalizados en la gente mayor, de una misma generación. También muestran una menor apertura a convivir en comunidades intergeneracionales. Se prioriza el entorno natural, los espacios verdes, renunciando al ocio y a los servicios esenciales, ambos ya integrados dentro del centro.
En este aspecto cabe destacar que los encuestados defienden espacios integrados en los que puedan cumplir todo el ciclo vital. Comenzando a ser usuarios de estas instalaciones sin ningún tipo de dependencia, y recibiendo la atención requerida conforme esta aparece y evoluciona.
Se abre un escenario de oportunidades
Las conclusiones del II Barómetro Grup Efebé 2021, dónde y cómo queremos vivir cuando seamos mayores, nos advierten de que estamos ante un problema cada vez más relevante, tanto social como personal, que ya se están planteando aquellas generaciones nacidas entre 1950 y 1980. Esta realidad “va acompañada de pocas opciones de solución institucional a unos modelos residenciales visibilizados hoy como insatisfactorios para afrontar una nueva realidad de futuro”, según Anna Fornt,
directora general de Grup Efebé.
Para Anna Fornt, la máxima responsable de Grup Efebé, empresa especializada en el diseño, adecuación y equipamiento de espacios “cada vez es más evidente la inquietud en relación a las condiciones de vida de los mayores. Existe una clara necesidad y se ha abierto un escenario de oportunidades para generar nuevos conceptos de productos residenciales”.
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