La Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA) recuerda que los meses de septiembre y octubre son donde se concentra un peligro mayor de contraer legionelosis. Por este motivo, es fundamental que se realicen las periódicas labores de prevención y mantenimiento tanto en equipos de climatización como en otras instalaciones por parte de profesionales especializados.
«En los próximos días se prevee un descenso de las temperaturas, con lo que las torres de refrigeración se desconectarán», pronostica la directora general de ANECPLA, Milagros Fernández de Lezeta. «Sin embargo, después vendrá, como cada año, el conocido como «veranillo de San Miguel» y estas torres volverán a ponerse en marcha sin una revisión adecuada, lo que en los últimos años ha tenido una especial incidencia en hospitales y centros hosteleros».
ANECPLA alerta del riesgo de tener un equipo de climatización, sea una torre o un condensador, sin un mantenimiento correcto y/o incumpliendo la legislación vigente en materia de prevención y control, que genera un gravísimo problema de proliferación de la Legionella.
«En unos tiempos tan difíciles como los que estamos viviendo, y en plena segunda ola de COVID-19, es importantísimo extremar las precauciones y tomar las medidas adecuadas a fin de mantener las condiciones óptimas de funcionamiento de estos equipos», explica la directora general de la Asociación.
Por ello, es preciso extremar las precauciones y tomar las medidas adecuadas para mantener las condiciones óptimas de funcionamiento de estos equipos, tales como una limpieza y desinfección previa, unas revisiones adecuadas, un mantenimiento mecánico correcto y la dosificación en continuo del biocida correspondiente hasta alcanzar la concentración necesaria para asegurar su efectividad.
De igual forma, el presidente de ANECPLA, Sergio Monge, advierte de que «en estos momentos debemos tener más cuidado que nunca con la posibilidad de la proliferación de casos de Legionella. Es importante que la crisis sanitaria generada por el coronavirus no nos haga relajar las medidas de cuidado y prevención frente a otras amenazas latentes, como es la legionelosis. Hacer frente a un riesgo no debe ni puede suponer que no estemos atentos a otros, algo que nos haría más vulnerables frente a ellos».
Además, hay otro factor al que debemos estar vigilantes frente a la posible proliferación de casos de legionelosis ya que, tal y como indica Monge, «entre los síntomas que puede manifestar una persona con infección por la bacteria de la Legionella, están la neumonía y la fiebre alta, ya que la legionelosis no deja de ser una enfermedad respiratoria. Esto implica el riesgo de que, en el momento en el que nos encontramos, pueda ser considerada un caso positivo «de facto» de infección por coronavirus, ya que comparte alguna de la sintomatología con esta nueva enfermedad. En consecuencia, corremos el riesgo de que casos que realmente sean infección por Legionella no se identifiquen como tal, o tarde en hacerse y, como resultado, se traten de forma incorrecta o tardía».
Cuatro recomendaciones para evitar casos de legionelosis
La legionelosis es una enfermedad causada por la presencia de la Legionella en el agua, una bacteria extremadamente sensible a la temperatura. En Europa, se registraron un total de 11.343 casos de legionelosis en 2018, lo que supone un 57% más que en el año 2007, según datos del European Center for Desease Control (ECDC).
Desde ANECPLA insisten en extremar los controles para impedir la propagación de la bacteria de la Legionella a partir de medidas como las que se exponen a continuación:
- Evitar las condiciones ambientales que favorezcan la colonización, multiplicación y dispersión de Legionella. Estas son: temperaturas entre 25-45ºC (adecuadas para su crecimiento), estancamiento de agua y acumulación de sustratos o productos que puedan servir de alimento.
- Realizar limpiezas y desinfecciones, tanto periódicas como iniciales antes de la puesta en marcha de una instalación. El control de ésta es la principal medida de prevención, muy especialmente en lo referente a hospitales, centros médicos y clínicas.
- Acudir a empresas profesionales y autorizadas para la realización de ese mantenimiento.
- Llevar a cabo un adecuado cumplimiento de la normativa por parte de propietarios y usuarios y el incremento de medidas cautelares son otros dos aspectos prioritarios. De esta manera podremos evitar futuros brotes que pongan en riesgo la salud de las personas.
Guía para la contratación de servicios de higienización y control de Legionella
ANECPLA dispone de una Guía para la contratación de servicios de higienización y control de Legionella cuyo objetivo es ayudar a los responsables de la contratación del servicio proporcionándoles los criterios mínimos que han de cumplir este tipo de empresas a fin de que puedan valorar, con conocimiento de causa, las distintas ofertas entregadas por las empresas de control de plagas.
La guía ha sido llevada a cabo por un equipo de trabajo conformado por profesionales del sector de distintos ámbitos como son empresas de tratamiento, laboratorios, consultores, técnicos de mantenimiento, fabricantes de biocidas y representantes de la Administración Pública.
Los criterios que esta guía contempla pasan por determinar las características y requisitos básicos en cuanto al responsable técnico, el personal técnico cualificado, los productos permitidos, la Ley de Prevención de Riesgos Laborales al respecto, las características del laboratorio de análisis, etc. Todo ello en aras de un único objetivo, que no es otro que garantizar un correcto mantenimiento de las instalaciones que no ponga en riesgo en ningún momento la salud de las personas.
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