Desde el área de Facility Management, hemos adoptado algunas medidas en los procesos de mantenimiento encaminadas a la protección y prevención de riesgos laborales de nuestro personal técnico como, por ejemplo, mediante la dotación de medios de protección individual contra el Covid-19, como guantes de látex, mascarillas y geles hidroalcohólicos, así como la reducción de los trabajos de campo a los más esenciales.
En concreto, hemos priorizado la asistencia técnica, mediante fórmulas de teletrabajo, para la elaboración de pliegos de licitación, tanto para el servicio de mantenimiento de ascensores como para la instalación de nuevos equipos, o de simulaciones de tráfico de ascensores para decidir qué equipos instalar en edificios de nueva construcción o qué soluciones implementar para solventar los problemas de tráfico en ascensores existentes.
Por otro lado, hemos limitado los viajes en vehículos de forma individualizada tanto del personal interno como externo de la empresa y hemos impartido varios cursos de formación online voluntaria sobre medidas generales de prevención contra el virus, ya que entendemos que la instrucción de nuestros profesionales es una fórmula óptima para combatir su propagación.
También ponemos a disposición de los profesionales del área de FM píldoras técnicas gratuitas, en formato webinar o seminario online, tanto en vivo como grabadas, para que puedan aprovechar esta nueva situación para ampliar sus conocimientos y mantenerse al día de las novedades del sector. Por ejemplo, la gestión y comunicación de crisis ante situaciones de alarma social, las distintas fórmulas existentes para alargar la vida útil de un equipo de elevación, el ahorro energético y de costes mediante auditorías energéticas o la problemática de los suelos contaminados en la gestión de activos.
Contribución del área de FM
Precisamente, una de las grandes contribuciones del área para la gestión de esta crisis ha sido la adaptación de los procesos de mantenimiento de los equipos de elevación. Para ello, hemos tenido en cuenta el uso real de estos equipos durante estas semanas para minimizar el mantenimiento preventivo al máximo, así como para postergar el mantenimiento correctivo en la medida de lo posible. Los trabajos de mantenimiento preventivo o, en caso necesario correctivo, deberán focalizarse en aquellas instalaciones esenciales para combatir la crisis como son, por ejemplo, las existentes en los centros hospitalarios. También como medida para reducir el contacto entre personas, debería optarse por la presentación digital de los partes de trabajo, sin necesidad de la firma física de los mismos, como garantía de la realización de los trabajos de mantenimiento.
Situaciones como la actual reabren el debate sobre la necesidad de tener que realizar una revisión de mantenimiento preventivo mensual, tal y como recoge la legislación española, no pudiendo adaptar la periodicidad entre mantenimientos como se hace en otros países de Europa a la realidad de cada instalación, según uso y antigüedad. Además, existen tecnologías, como la desarrollada por Bosch con la colaboración de TÜV SÜD, para la detección de averías que ayudan al control remoto del estado de los equipos. Además, algunas compañías están desarrollando tecnologías que permiten realizar la llamada de los ascensores, tanto desde piso como desde el interior de la cabina, evitando el contacto con las botoneras y ayudando a la no propagación del virus, lo que podría ser una medida interesante. Sin embargo, solo tendrá sentido siempre y cuando se disponga de puertas de apertura automática, evitando tocar las puertas. No sucede lo mismo con las escaleras y rampas mecánicas donde es recomendable, y así se indica en uno de los pictogramas de seguridad obligatorios en los accesos a éstas, el uso de los pasamanos para evitar caídas.