¿Te habían contado que el teletrabajo iba a llegar, pero te costaba creerlo? Lo cierto es que ha llegado para quedarse, como el comercio electrónico y las relaciones virtuales. Una de las grandes consecuencias de la pandemia, que contribuyó a cambiar el modelo laboral, es que las vidas de los españoles se están digitalizando a toda velocidad. El trabajo remoto no es ya una fantasía de novela de ciencia-ficción, sino una realidad que va a definir millones de existencias a partir de ahora. De hecho, podríamos llamarlo la ‘revolución del teletrabajo’. Para que estés a la última, aquí te damos 10 sugerencias para montarte el espacio de teletrabajo perfecto.
¿Qué relación tiene el Facility Management con el teletrabajo?
El teletrabajo es una auténtica revolución que ya está cambiando cómo van a vivir y cómo van a trabajar los españoles a corto y medio plazo. El modelo laboral del trabajo a distancia todavía está en sus primeras etapas, pero las implicaciones van a ser colosales. Si finalmente buena parte de la población activa teletrabaja desde su casa, el arquetipo urbano de las grandes ciudades occidentales quedará obsoleto. Pero ¿cuál es el nexo entre el teletrabajo y el Facility Management? Dado que este último es la disciplina que regula las infraestructuras y los servicios, aunando personas, espacios y tecnologías para mejorar la productividad, el vínculo es estrecho, pero cada vez lo será más. Si no te quieres quedar atrás en cuanto al espacio de teletrabajo idóneo, sigue nuestros consejos y móntate la oficina en tu casa.
Diez consejos para crear el espacio de teletrabajo perfecto
- Elegir la habitación adecuada. La estancia debe estar apartada de las actividades del resto de los inquilinos de la vivienda. Un lugar específico sería lo ideal, pero en caso de no haberlo, el salón, la cocina o incluso el dormitorio pueden servir como despacho. Lo fundamental es que durante las horas de trabajo ese espacio permita evitar distracciones e interrupciones.
- Procurar que la luz sea natural. Sería aconsejable que durante las horas laborables la luz fuese solar, ya que aumenta la productividad, mejora el estado de ánimo, reduce la somnolencia y cuida la salud ocular.
- Tener un buen equipo tecnológico. Para poder ofrecer el mismo estándar de trabajo que se logra en una oficina, en casa debemos tener un ordenador y los programas de software que tu tipo de trabajo requiera.
- Asegurarse una comunicación con el mundo exterior. Una oficina doméstica debe ser un lugar en el que estemos localizables y conectados a la red. Es imprescindible tener un teléfono con una línea disponible y una conexión wifi.
- Invertir dinero en un asiento adecuado. El mueble de mayor importancia es la silla, donde pasaremos las mismas ocho horas que pasábamos antes en la oficina de la empresa. De la calidad de la silla depende que logremos evitar el dolor de espalda y la acumulación de tensión en el cuello y los hombros.
- Respetar las reglas ergonómicas. Tanto las piezas de mobiliario como los aparatos tecnológicos deben tener presente la ergonomía. La silla debe permitir que descansemos los pies sobre el suelo. El teclado debe estar situado de modo que los brazos queden paralelos al suelo. Y la pantalla del ordenador debe estar a una altura como para que la franja superior de la pantalla esté nivelada con los ojos.
- Contar con una buena iluminación eléctrica. La luz natural es la mejor que se puede tener, pero no puede ser la única fuente de alumbrado. Debes asegurarte de que tu estancia laboral tenga una visibilidad adecuada, procedente de puntos de luz en techo y pared, además de alguna lámpara sobre la mesa.
- Mantener un orden semejante al de las oficinas.La organización es imprescindible, tanto para realizar el propio trabajo como para lograr el estado de ánimo adecuado. Son aconsejables las piezas de despacho que permitan archivar y clasificar documentos y demás elementos necesarios.
- Personalizar el espacio. La gran ventaja de trabajar en casa es poder añadir todos esos toques propios, tanto funcionales como decorativos, que echabas de menos en la oficina empresarial. No dudes en animar la estancia con cortinas de colores, plantas o flores que aporten alegría al espacio donde vas a pasar las mismas horas, o más, que antes pasabas en tu puesto de trabajo presencial.
- Eliminar todas las posibles distracciones. El lugar doméstico elegido debería estar alejado de las zonas de tránsito y aislado del sonido de la radio o la televisión. Por tentador que pueda ser, evita usar tu oficina casera para cualquier otra actividad que no sea trabajar.
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