Según un estudio de la Universidad de Warwick (Reino Unido), los empleados felices pueden contribuir a aumentar hasta en un 31% la productividad global de la empresa. Este novedoso concepto de la felicidad laboral está relacionado principalmente con: placer en las tareas asignadas, integración con los compañeros de trabajo, satisfacción con la remuneración económica, posibilidades de mejorar la capacitación profesional y plenitud personal ante la valoración general del entorno.
No obstante, aunque el concepto de productividad es muy antiguo, hoy se asocia a conceptos nuevos como la sostenibilidad o la conciliación laboral y familiar. Además, la noción se ha ido ampliando a medida que aparecen nuevos derechos y mejoran las condiciones laborales.
La productividad en el trabajo es el rendimiento laboral, es decir, los recursos que se consumen para generar un resultado. Sin embargo, por lo general, cuando hablamos de productividad y de los consejos para mejorarla, nos referimos al tiempo relativo que se tarda en completar una tarea, así como al aumento o disminución de este según algunos factores.
¿Sabes qué es la felicidad laboral?
La felicidad en el ámbito laboral no es un concepto individual, sino grupal. Consiste en priorizar el bienestar de los empleados y directivos de una empresa mediante un buen ambiente laboral, un espacio agradable de trabajo, oportunidades específicas de desarrollo profesional, abundancia de estímulos diarios y valoración general del trabajo.
Una de las particularidades del concepto de la felicidad laboral es que el sueldo no es el factor preferente, ya que un empleado valioso exigirá reunir todos los otros requisitos para desear permanecer en un puesto de trabajo.
Según los informes que analizan este planteamiento innovador, la felicidad laboral está directamente relacionada con la admiración por la empresa, la interconexión con los compañeros de trabajo y el placer en desempeñar las tareas requeridas.
Consejos para ser productivo en el trabajo
Estas estrategias pueden ayudar a mejorar la productividad en el trabajo:
- Asumir las tareas más difíciles o pesadas en momentos en los que se rinda más. Las tareas difíciles y complejas suelen llevar tiempo, pero si se inician en momentos de cansancio o de baja atención, pueden ser devastadoras para el rendimiento.
- Programar los descansos. Los descansos breves y regulares aumentan la productividad en el trabajo. Por ello, es fundamental programar no solo las horas de trabajo, sino también los descansos breves, que deberían ir intercalados en la jornada laboral.
- Respetar las horas de ocio. Salir del trabajo a la hora es tan importante como llegar puntual, y hay numerosos estudios sobre los efectos negativos de trabajar más horas de las que corresponden. Por esta razón, es recomendable evitar contestar llamadas y correos de trabajo o adelantar tareas fuera del horario.
- Comprobar si las listas de objetivos están cumpliendo su función. No todas las personas funcionan igual, y muchas veces será necesario reorientar la estrategia de productividad varias veces antes de encontrar la que funciona.
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