El coronavirus afecta muy seriamente al sistema respiratorio, pudiendo llegar a causar enfermedades pulmonares graves, que pueden poner en peligro la salud del paciente. Es por ello que los sistemas sanitarios, a nivel mundial, están comenzando a exigir y utilizar, con una mayor afluencia, material específico a la hora de tratar el virus, como ocurre con los ventiladores y monitores pulmonares.
La compañía Dräger afirma que el ventilador favorece la salud del paciente, consiguiendo que este pueda respirar por su cuenta o, en su defecto, que le permita conseguir la ventilación necesaria mediante una ayuda artificial. Se utiliza, sobre todo, con personas que son incapaces de inhalar aire por sí mismos.
Estos equipos van conectados a una computadora en la que se registran los datos necesarios para el personal médico. Así, cuenta con alarmas que alertan al equipo sanitario cuando hay algún fallo.
En el caso de Dräger, los ventiladores están sujetos a unos estándares de calidad muy elevados. Ofrecen a los profesionales de la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) procedimientos de ventilación modernos esenciales para proporcionar a sus pacientes cuidados médicos básicos y tratarlos de manera segura y de acuerdo con sus respectivos estados clínicos.
Estos ventiladores ofrecen de fábrica todos los procedimientos reconocidos de ventilación empleados en la UCI y pueden ampliarse con opciones adicionales en función de las necesidades del usuario.
Estos equipos cuentan –dependiendo de cada modelo– con funciones como la ventilación del alto rendimiento, monitorización de las funciones pulmonares, información continua sobre la ventilación pulmonar, el apoyo a la toma de decisiones clínicas y la elección de los tratamientos más adecuados adaptados a cada paciente.
En palabras de Dionisio Martínez de Velasco, Managing Director de Dräger en Iberia, “estamos hablando de equipamiento imprescindible para ayudar a los pacientes a ejercer una acción tan esencial y mecánica como es el hecho de respirar. Por este motivo, los respiradores tienen que cumplir con los estándares de calidad requeridos para su funcionamiento y evitar así cualquier complicación o imprevisto”.
En ese sentido, “somos conscientes de que el sistema sanitario nos necesita y, hoy más que nunca, nuestro trabajo es esencial para la sociedad, para salvar vidas. Por ello estamos haciendo uso de todos nuestros recursos humanos y materiales para poder suministrar los equipos en el menor plazo posible, además de garantizar su correcto mantenimiento y la seguridad de técnicos y pacientes”.
Archivado en: