Recientemente la Comisión Europea ha recortado las previsiones de crecimiento para España del 5,8% al 4% para 2022 a raíz de la guerra en Ucrania y a la crisis de suministros global. La recuperación económica se complica y es, altamente, probable que, en los próximos meses, nos movamos en un entorno de estanflación con un IPC cuyas previsiones no bajan del 6% y el coste de la energía disparado. Con este panorama, las personas y las empresas sólo piensan en ahorrar. Tú, lector, también ¿no?
Todo el mundo tiene derecho a sus 15 minutos de fama. Ahora le toca al Facility Manager que puede poner en valor su gestión, pasando del clásico recorte “todo el mundo a reducir un 10% como sea” a hacer las cosas de otra manera ahorrando con tecnología.
Aquí os dejamos 3 ideas para probar.
# 1: Ahorra en energía dejando que “el edificio hable”
Muchas veces nos preguntamos cómo podemos ahorrar en la factura de la luz, y por más vueltas que le das, te parece que es prácticamente imposible, pero no es así. Incluso si eres inquilino y piensas que no puedes tener un control sobre el entorno. Normalmente, los edificios no están preparados para adaptarse a lo que ocurre en ellos en tiempo real. Funcionan con unas pautas preestablecidas. Rarísimo que tengan en cuenta las personas que los ocupan y dónde están.
Pero saberlo, es esencial para ahorrar. De todo lo que consume un edificio en sus operaciones, la climatización puede llegar a representar la mitad del gasto, así que si adecúas la climatización de la oficina a las personas que hay en ella (y gracias a los sensores podemos saber en tiempo real cuántas personas hay en el edificio, incluso en cada planta o geozona), el consumo de luz se reduce de manera importante. ¿Has pensado que quizás los viernes no vienen las mismas personas a trabajar que los miércoles? ¿Puedes cerrar alguna planta? Ajústalo a cada hora, a cada día de la semana y en tiempo real.
# 2: Ahorra en espacio. Hazte la pregunta: ¿Verdaderamente se necesita tanto espacio en la oficina?
¿Puedes replantearte el espacio que alquilas o que ocupas? El nuevo workplace acelerado por la pandemia, ha hecho que el nuevo entorno de trabajo haya experimentado cambios irreversibles: el modelo híbrido de trabajo. Un modelo que nos hace replantearnos las necesidades de espacios reales a futuro. Mediante una solución de capacidad o de ocupación podemos optimizar el espacio, además de ahorrar en costes, pues el ahorro de espacio de oficinas puede llegar hasta a un 50%, lo que impacta directamente en la cuenta de resultados. Los retornos de esta solución son espectaculares y por encima del 1.000%.
#3: Ahorra en limpieza y en agua, porque los pequeños gastos mes a mes acaban sumando mucho
Se acabaron los patrones horarios para ordenar los servicios de limpieza de los baños o de los espacios comunes. Esta transición hacia un servicio de limpieza basado en el uso real es posible, con sensores que alertan y envían, de forma automatizada y, en tiempo real, el aviso a los equipos de limpieza. Es habitual conseguir un ahorro de gasto de limpieza y productos de entre un 20-30% y una mejor experiencia empleado/cliente.
Controla el gasto en agua y, en el caso de las fugas de agua, nos podemos ahorrar más de un disgusto con la instalación de sensores de detección de fugas en baños y zonas comunes que nos alertarán, de forma temprana, y nos evitarán gastos de inundaciones sin control.
El Facility Manager (FM) es una persona clave -aunque no siempre así reconocida- en la empresa pues gestiona la segunda o tercera partida de gastos más importante de la compañía, detrás de las personas y el gasto informático. Según IFMA, el FM llega a gestionar casi un tercio de los gastos, por tanto, el impacto que puede tener sobre la cuenta de resultados es muy relevante. El sector inmobiliario, en general, y el mundo del Facility Management en particular son entornos más tradicionales que pueden impulsar su gestión de manera notable a través de la tecnología de edificios inteligentes.
La tecnología impone a casi todo el mundo y suele preocupar que los equipos tengan las habilidades para poner en marcha este tipo de iniciativas. Pues bien, la buena noticia es que, la formación necesaria para utilizar una plataforma de smart buildings es la que tenga cualquier persona normal hoy en día que use redes sociales. Otra buena noticia es que, al ser un software en la nube, no estamos hablando de un tedioso y largo proyecto informático. Todo lo contrario. Acceder es tan sencillo como entrar en tu correo electrónico. Por último, las prisas: “tengo que ahorrar y necesito resultados inmediatos”. No hay problema. Una plataforma de smart buildings se puede instalar en un fin de semana y en 15 días con los datos, ya se pueden tomar decisiones informadas.
No te limites a ahorrar, lidera el cambio en tu organización. Corre, ¿a qué estás esperando?