El Internet of Things (IoT) es una de las nuevas tecnologías que mayor desarrollo práctico está alcanzando, hasta convertirse en protagonista habitual de todo tipo de innovaciones. Así, el IoT ha facilitado los procesos de muchos sectores con aplicaciones que, sin requerir una gran complejidad, son capaces de solucionar de manera muy satisfactoria aspectos críticos del funcionamiento de las instalaciones.
Sabido es que la pandemia ha acelerado drásticamente la digitalización de nuestra sociedad; y en algunos casos, se estima que se han adelantado hasta diez años. Un claro ejemplo de aceleración de la transformación digital lo encontramos en el sector sanitario, sin duda el más presionado por la COVID-19. Este sector clave ha visto en la tecnología un claro aliado para superar muchos de los retos a los que se enfrenta, acelerando la transformación digital prexistente. De hecho, el IoT se está incorporando muy rápidamente en las instituciones sanitarias, lo que ha dado lugar a la popularización de un acrónimo que hace referencia al uso de IoT en sanidad, el IoHT o Internet of Healthcare Things, y de un concepto del que se habla cada vez más: los smart hospitals.
En Securitas hemos implantado numerosas soluciones de IoT en el sector sanitario, pero en esta ocasión nos vamos a centrar en un caso de uso que ejemplifica claramente esa ecuación de baja complejidad y alto valor que señalábamos.
Caso de uso en un hospital
El escenario de implantación es un gran hospital en el que existe un gestor que se ocupa de algunos de los servicios no sanitarios, pero imprescindibles para su funcionamiento como son el mantenimiento, la limpieza o la gestión de los residuos, como es el caso que nos ocupa.
En este sentido, una de las problemáticas a las que se enfrentan es la correcta gestión de los contenedores de residuos biológicos, un aspecto crítico que requiere de un seguimiento y tratamiento especialmente controlados y estrictos. Los hospitales cuentan con un número elevadísimo de estos puntos, dispersos por toda la instalación y con distintos niveles de uso. Por ello, es muy importante que los contenedores se vacíen en el momento justo, sin que sobrepasen su límite de llenado, pero aprovechando toda su capacidad.
Hasta el momento esto se hacía mediante la revisión periódica de cada uno de ellos, o bien porque alguien avisaba del llenado de alguno en particular. Esto producía ineficiencias, ya fuera porque entre revisión y revisión se producían llenados no atendidos o bien porque se tenían que atender diversas peticiones una a una en distintos puntos del hospital.
Es evidente que este método no resultaba adecuado para el buen funcionamiento del hospital, por lo que fue necesario establecer otro proceso que permitiese asegurar la recogida a tiempo de aquellos contenedores en los que fuera realmente necesario hacer un vaciado de los residuos, así como aumentar la eficiencia con tiempos más reducidos tanto de respuesta como de dedicación a esta labor.
La propuesta de Securitas
La solución desarrollada por Securitas cumple esos objetivos con sencillez y eficacia. Se basa en sensores IoT instalados junto a cada contenedor y que cuentan con un botón de notificación. De esta forma, el personal que verdaderamente necesita que su contenedor sea recogido, activa la notificación de contendor pendiente de recoger. Cada señal se transmite de manera inalámbrica a través de una plataforma digital, que cuenta con un mapa del hospital con todos los contenedores de residuos.
Cuando se activa el botón de pendiente de recoger en un contenedor, su color en el mapa pasa de verde a rojo y se activa una notificación a las personas encargadas del mantenimiento de ese contenedor. De esta forma, cada responsable cuenta con la lista de contenedores que tienen que ser recogidos, por lo que programan directamente una ruta que incluye solo los contenedores en una determinada zona que tienen que ser vaciados, sin tener que hacer o recibir ninguna llamada, ni pasar por todos los contenedores una y otra vez.
Gracias al uso de IoT, la solución de Securitas puede ayudar a los gestores de servicios de los hospitales a experimentar un ahorro de tiempo de hasta un tercio, así como a realizar una adecuación óptima del personal para intensificar la frecuencia de vaciado en aquellas zonas en las que es más necesario. Es decir, con esta solución, los hospitales experimentan una mejora en la eficiencia operativa, lo que resulta fundamental para optimizar el trabajo.
Además, el tiempo de implantación de la solución es muy reducido (apenas uno o dos días), ya que la tecnología IoT no necesita cables y, por tanto, no se requiere ningún tipo de obra civil. Asimismo, el mantenimiento es mínimo, puesto que la batería que lleva cada sensor dura unos diez años. Todo esto se traduce también en importantes ahorros de costes, además de un elevado retorno de la inversión.