La naturaleza y el diseño biofílico en los espacios de trabajo fomentan el bienestar y mejoran la inspiración y la productividad. Así lo indica el informe de investigación Espacios Humanos sobre el Impacto Mundial del Diseño Biofílico en el Lugar de Trabajo de Interface. Según este, los niveles de productividad y creatividad aumentan un 6% y un 13%, respectivamente, en aquellos entornos que incorporan elementos naturales.
En este sentido, Actiu trabaja desde hace años en el diseño y equipamiento de espacios de trabajo saludables y eficientes. “Nuestro Parque Tecnológico de Castalla es, desde su creación, hace más de una década, un referente en España de arquitectura sostenible y diseño biofílico, reconocido con las certificaciones LEED y WELL”, señala Soledat Berbegal, consejera y directora de reputación de marca de Actiu. “Nuestra misión es colaborar con las empresas para crear espacios de trabajo saludables que aseguren el bienestar físico y emocional de las personas”.
El mundo natural en el diseño biofílico
El diseño biofílico utiliza elementos que hacen referencia al mundo natural. Por ejemplo, conexiones con la vegetación, el agua y la vida silvestre. El objetivo es aportar experiencias únicas y valor diferencial a los nuevos espacios de trabajo. Así pues, mediante elementos como el aire fresco, la luz natural, el agua, el confort acústico y los aromas; y conexiones visuales y físicas con el entorno natural, que incluyen plantas, jardines verticales, patios y terrazas ajardinadas, huertos, fuentes o materiales naturales y reciclados, el diseño biofílico convierte los espacios de trabajo en lugares mucho más atractivos.
Y es que paulatinamente la naturaleza ha abandonado su papel de elemento decorativo añadido a espacios ya terminados para convertirse en una herramienta de construcción y diseño. Formas curvas en referencia al mundo natural. Una iluminación que reproduce el ciclo circadiano. Techos altos que “engañan” espacialmente a la mente. Texturas y colores que despiertan determinadas emociones. Estas son algunas herramientas con las que el diseño y la arquitectura biofílica buscan devolver a las personas su esencia más natural.
Cultura post confinamiento
La pandemia y la experiencia del confinamiento están creando nuevos lugares y arquitecturas post-confinamiento que encuentran en la naturaleza un modelo que seguir. Así, al igual que el entorno vegetal responde a un entorno y unos estímulos determinados, también deben hacerlo estos nuevos espacios.
Tal como indica Anna Ferrer, partner del estudio CU4 Arquitectura y Well AP: “Desde el punto de vista evolutivo, es muy reciente nuestra vida en ciudades y en edificios, por lo que nuestro organismo no está totalmente adaptado a ellos. Por ello, si diseñamos teniendo en cuenta nuestra fisiología, crearemos espacios con más semejanzas a la naturaleza. Es una corriente que venía cogiendo fuerza y que la Covid-19 ha acelerado”, concluye.
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