Hablar de eficiencia energética y mantenimiento es hacerlo de servicios energéticos. Estos se basan en un modelo en el que una Empresa de Servicios Energéticos (ESE) invierte en la modernización de las instalaciones consumidoras de energía de un cliente, amortizándolas total o parcialmente con base en los ahorros energéticos conseguidos. La ESE no solo asume la inversión inicial de los nuevos equipos, sino también los riesgos de la instalación objeto del contrato a lo largo de toda la vida de este, generando ahorros energéticos (y también económicos) desde el primer día y permitiendo al titular acometer una renovación de equipos sin afrontar la inversión correspondiente. A continuación, se presentan en líneas generales las principales oportunidades y retos del sector de servicios energéticos en España en los próximos meses.
Oportunidades
Previsiblemente, la revisión de las directivas europeas sobre eficiencia energética y energías renovables, cuyo periodo de consulta pública finalizó el 12 de febrero, consolidará el papel decisivo de las Empresas de Servicios Energéticos en la renovación de edificios, en clara apuesta por los contratos de rendimiento energético para financiar estas actuaciones y ejecutar los planes de eficiencia energética a largo plazo.
Desde AMI, esperamos que en los próximos tres años los fondos Next Generation EU traigan consigo un despegue de proyectos en eficiencia energética tanto en el sector público como en el privado. El Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia de la Economía Española “España Puede”, el Marco Financiero Plurianual 2021-2027 y las prioridades políticas del presupuesto europeo ofrecen un panorama alentador y confiamos en que sirvan para impulsar la renovación energética del 3% anual de la superficie total de los inmuebles ocupados por la Administración General del Estado (AGE) mediante la contratación de servicios energéticos. Los contratos de servicios energéticos encajan en el tipo de actuaciones previstas en el plan “España Puede”, concretamente en los ámbitos de inversión 2. Plan de rehabilitación de vivienda y regeneración urbana y 11. Modernización de las Administraciones Públicas; que contemplan entre otros el despliegue de las energías renovables distribuidas y del alumbrado público inteligente o la rehabilitación energética del parque edificado público.
En nuestra opinión, la AGE debe tener un papel ejemplarizante comprometiéndose con la mejora continua de la eficiencia energética de su parque de edificios. A tal fin, es necesaria la puesta en marcha de un proyecto de renovación de edificios de la AGE que permita a las Administraciones Públicas liderar la senda de descarbonización de la economía española mediante la colaboración público-privada. Esta iniciativa contribuiría a la consecución del resto de objetivos marcados por el plan “España Puede” debido no solo a los considerables ahorros energéticos anuales previstos (entre 330.000 y 400.000 KWh para los edificios de la AGE); sino también a su impulso al desarrollo de un sector clave para la transición energética de nuestra economía, a la movilización de grandes inversiones privadas en eficiencia energética y a la generación de empleo estable y de calidad.
Estimamos que la puesta en marcha de un proyecto de estas características podría generar en torno a 23.000 empleos directos e indirectos en rehabilitación energética
Estas actuaciones se enmarcan así mismo dentro de las recomendaciones relativas al Programa Nacional de Reformas (PNR) 2020 de España, adoptadas por el Consejo Europeo en el semestre europeo; entre las que destaca la consistente en: “Centrar la inversión en la transición ecológica y digital, y particularmente en el fomento de la investigación e innovación, en la producción y utilización de fuentes de energía limpias y eficientes, la infraestructura energética, la gestión de los recursos hídricos y de los residuos y el transporte sostenible”.
La realización de las actuaciones propuestas generaría, asimismo, ecosistemas colaborativos donde intervengan empresas grandes, medianas y pequeñas, junto con el apoyo del sector público, contribuyendo al posicionamiento de España como líder global en servicios de eficiencia energética. Ejemplo de ello son las licitaciones de contratos de servicios energéticos con ahorros garantizados, en las cuales, mediante el servicio de mantenimiento del edificio, el adjudicatario presta también un servicio de eficiencia energética y de introducción de energías renovables, garantizando unos determinados objetivos de ahorro y eficiencia.
Retos
El cambio de paradigma en la gestión energética de las instalaciones en el sector público hace patente la necesidad de eliminar barreras que, a pesar de las obligaciones establecidas en la legislación actual, siguen limitando el crecimiento del mercado de servicios energéticos en España. Por el lado de la demanda, la principal barrera es la escasa promoción de la licitación de estos servicios en la Administración Pública, que en muchas ocasiones desconoce los nuevos instrumentos legales a su disposición para agilizar la contratación de servicios energéticos. Por el lado de la oferta, es tradicional una ausencia de mecanismos que aseguren la calidad de los servicios ofertados. AMI, en colaboración con otras asociaciones y entidades de normalización, participa en el desarrollo de normas de clasificación de Empresas de Servicios Energéticos, para una mejor identificación de las ESE y un mercado de servicios energéticos más transparente, tanto en el ámbito nacional como europeo.
En conclusión, en los últimos años se han producido importantes avances en el mercado de servicios energéticos en España. Comenzamos 2021 con optimismo y dispuestos a seguir trabajando en proyectos público-privados que contribuyan a la consecución de los objetivos de España en eficiencia energética y en desarrollo de energías renovables a través del mantenimiento de edificios e instalaciones de alumbrado.