Estas nuevas circunstancias a las que tenemos que hacer frente con la continuidad de la pandemia generan multitud de preguntas que no siempre son sencillas de responder; pero, indudablemente, algunas de las que más nos preocupan son las relacionadas con la vuelta a los espacios de trabajo y a la calidad del aire de estas instalaciones. ¿Están nuestros edificios preparados? ¿Sabemos cuáles son los cambios que hay que hacer y a los que tendremos que adaptarnos? ¿Cómo será esa adaptación? Desde Daikin, como líderes en el sector de la climatización, llevamos meses haciendo hincapié en estas cuestiones y poniendo el foco en el papel que va a desempeñar la climatización en esta nueva realidad.
La calidad del aire en los espacios interiores es una cuestión que en Daikin siempre nos ha preocupado y en la que trabajamos día tras día para concienciar al conjunto de la sociedad. Ahora, más que nunca, es el momento de poner el foco en las instalaciones y asegurarnos de que en ellas tenemos un aliado que contribuirá a preservar la salud.
En este sentido, las recomendaciones sobre el uso de sistemas de climatización y ventilación para prevenir la expansión del COVID-19 del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico señalan que, estudiando las instalaciones, se puede adecuar su funcionamiento para que éstas actúen como una medida más de prevención contra el contagio, formando parte de la solución.
También indican que las instalaciones pueden contribuir a reducir el riesgo de que una persona infectada, que podría ser asintomática, contagie a otros usuarios que estén en el mismo espacio; además de evitar propagar el coronavirus a otras zonas del edificio, reduciendo el riesgo de contagio. En definitiva, analizar las instalaciones es una necesidad más primordial que nunca.
Los espacios de trabajo: claves de su importancia
Aunque prestar atención al estado de nuestros equipos e instalaciones es importante en todos los ámbitos, en aquellos entornos en los que convivimos con un número más elevado de personas, como los centros de trabajo, cobra más relevancia. Solemos pasar muchas horas en estos espacios, por lo que garantizar un aire limpio y puro en el ámbito laboral es fundamental para cuidar la salud y el bienestar de los trabajadores. El papel de la climatización en el bienestar de las personas va más allá del actual contexto y de la renovación del aire que generan estos sistemas.
Las tecnologías de climatización son también clave para evitar el estrés térmico por exposición a espacios no acondicionados, que se relaciona con riesgos para la salud y una merma en la capacidad de resistencia vírica, según la Asociación Estadounidense de Ingenieros de Calefacción, Refrigeración y Aire Acondicionado (ASHRAE). Además, la contaminación ambiental no solo tiene efectos perjudiciales para la salud, también influye directamente en la productividad y el rendimiento de los trabajadores.
El papel del sector en la calidad del aire
En el contexto actual al que nos enfrentamos, la climatización, la ventilación y la renovación del aire se han convertido en cuestiones clave en nuestro día a día. Es fundamental que los actores del sector, a través de nuestra experiencia y conocimiento, colaboremos para lograr unas pautas unificadas y que arrojen luz en una cuestión que muchas veces puede resultar compleja para el usuario final.
Un ejemplo de esta suma de esfuerzos es la colaboración de un amplio número de organizaciones sectoriales en la redacción de la guía publicada por el Gobierno. Este documento ofrece una serie de recomendaciones y criterios sobre el uso y el mantenimiento de los sistemas de climatización y ventilación de edificios y locales comerciales. Esta guía señala también que la renovación de aire es el parámetro más importante en estos momentos.
Por otra parte, desde el punto de vista internacional, también se ha puesto el foco en esta cuestión, siendo la canciller Angela Merkel quien señaló en su discurso de apertura del curso político alemán que las autoridades del país van a trabajar los temas relacionados con la ventilación en edificios públicos por el papel que pueden desempeñar los aerosoles en el coronavirus.