El universo digital no para de crecer y según los datos que manejamos en IDC Research España, en 2020 se generarán más de 50 Zettabytes en el mundo procediendo un 10% de dispositivos conectados. Las ciudades no se escapan a esta tendencia. De hecho, las ciudades inteligentes son una de las áreas donde el Internet de las Cosas (IoT) ya está teniendo un mayor impacto.
La sensorización y conexión de elementos como farolas, semáforos, contenedores de residuos, contadores eléctricos, medidores de contaminación o medios de transporte público, por ejemplo, ya son un hecho en muchas de nuestras ciudades. Sin embargo, aún nos queda mucho camino por recorrer.
La combinación de diversas tecnologías es lo que permitirá cumplir los objetivos medioambientales, sociales y económicos de las ciudades del mundo, con la vista puesta en alcanzar este grado de transformación digital en todo tipo y tamaño de entornos urbanos, independientemente del nivel de la inversión, que será mayor o menor dependiendo de la región en que se realice.
En este punto es fundamental la coordinación de diversas tecnologías inteligentes creadas para aprovechar las inversiones tecnológicas llevadas a cabo en una ciudad, utilizando plataformas comunes que minimicen el gasto de mantenimiento y el tiempo empleado.
En este sentido, ya se está empezando a vislumbrar un ecosistema donde las administraciones públicas usan la información recibida para analizarla y optimizar la gestión y, yendo aún más lejos, poniendo a disposición de las empresas todos estos datos, de tal modo que se pueda generar valor con ellos, abriendo en muchos casos nuevas oportunidades de negocio, que enriquecerá al municipio y creará empleo.
En IDC Research España estimamos que para 2019 el 30% de las ciudades europeas habrá desarrollado estrategias de plataformas inteligentes para conectar espacios públicos recopilando y gestionando datos provenientes de la ciudad, el transporte público y los edificios.
Otro dato clave es que el gasto previsto en Europa occidental para 2018 en ciudades inteligentes va a ser superior a los 15.000 millones de euros, lo que supone un crecimiento del 18% respecto al año anterior.
Desglosando esta cifra, nos encontramos que los servicios y el hardware van a representar la mayor parte con el 39% y el 32%, respectivamente, mientras que el gasto en software o la conectividad supondrán únicamente el 20% y el 9%, respectivamente.
Los principales casos de uso previstos por IDC Research España para nuestras ciudades en estos próximos años son la gestión del tráfico y la iluminación inteligente. También las plataformas de gestión y la monitorización ambiental. La digitalización de los entornos urbanos indudablemente va a facilitar aún más la vida de los ciudadanos, y va a conseguir espacios más sostenibles tanto desde el punto de vista económico como desde el punto de vista medioambiental.
Para poner en valor estas tecnologías las organizaciones necesitan elaborar un plan estratégico en el que se detalle el camino a seguir a través de un proceso estructurado, así como los recursos tanto económicos, como técnicos y humanos necesarios para sacar provecho de la gran oportunidad que las ciudades inteligentes van a suponer tanto para el conjunto de la sociedad como para el tejido empresarial.